Concesionaria vial responde por accidente ocasionado por tropilla de caballos en la ruta

La empresa demandada tiene el deber de seguridad a su cargo, que implica que los consumidores puedan circular sin obstáculos, lo que no fue satisfecho en el caso juzgado

Al remarcar la responsabilidad objetiva de tipo contractual que cubre a los usuarios de un servicio de peaje, la Cámara 7ª en lo Civil y Comercial de Córdoba rechazó la apelación de concesionaria “Caminos del Paraná SA” y confirmó la culpabilidad por el accidente que padeció el accionante, embestido por una tropilla de caballos mientras circulaba de la Ruta Nacional N° 12, en inmediaciones del distrito San Cosme (Corrientes).

El tribunal integrado por los vocales María Rosa Molina de Caminal, Rubén Atilio Remigio y Jorge Miguel Flores indicó que la relación entre concesionario y usuario se rige por la Ley de Defensa del Consumidor, que en su artículo 5 establece una obligación expresa de seguridad, de resultado, cuyo incumplimiento apareja la responsabilidad objetiva del prestador del servicio (en el caso, de la concesionaria).

El fallo precisó que la responsabilidad de la empresa demandada deriva de la relación de consumo que tiene con quien transita por la ruta o avenida concesionada, que la obliga no sólo a tomar las medidas de prevención a los riesgos en ella sino también a que el usuario pueda transitar indemne por la vía, acarreando el incumplimiento a ese deber una responsabilidad objetiva.

No alcanza

La cámara abundó, sosteniendo que la responsabilidad de la concesionaria es contractual y objetiva y la falta de culpa o dolo en modo alguno alcanzan para eximirla de responsabilidad, de la que sólo podría liberarse acreditando causa ajena imprevisible como eximente que opera en el plano de la relación de causalidad -verdaderamente ajena e imprevisible-, lo cual no ha ocurrido en estos autos.

En cuanto a la prueba del hecho, la alzada indicó que, por tratarse de un accidente con caballos en una ruta de extraña jurisdicción para la parte actora y por la hora a la que circulaban, luce adecuada la valoración de las pruebas e indicios que realiza la a quo, y que nos permiten tener por acreditado el hecho dañoso.

Asimismo, se recordó que conforme al ticket de peaje emitido por la empresa demandada, se encuentra acreditado que el actor circulaba por Ruta Nacional N° 12, km 1262,3, a horas 16:59 del día 13/7/2012, agregando la exposición policial realizada por el actor en la comisaría de Distrito San Cosme, Provincia de Corrientes, en la cual el actor da cuenta de los hechos denunciados en la demanda, en lo relativo al siniestro.

Pericia

El tribunal valoró que el perito oficial mecánico, luego de analizar personalmente el rodado y las constancias agregadas en el expediente, concluyó: “De la comparación de los daños relevados con los que muestran las fotografías acompañadas y el presupuesto de la firma Parra Automotores se dictamina su exacto correlato entre los daños y que guardan una relación directa con la forma y producción de los mismos”.

Así, se concluyó que tales circunstancias constituyen indicios suficientes que permiten presumir la existencia del hecho dañoso y su vinculación material con los daños sufridos por el vehículo, que se presentan como consecuencias previsibles conforme al curso normal y ordinario de las cosas, siendo el siniestro causalmente adecuado para la producción de tal resultado dañoso.

Luego, el tribunal analizó que el demandado esgrimió que el siniestro se produjo por culpa del conductor del vehículo y del propietario desconocido de los animales, señalando que no se ha acreditado ninguna de las manifestaciones que realizó al respecto.

Por el contrario, la cámara indicó que en la ampliación de la pericial mecánica, al responder sobre la velocidad a la que circulaba el actor, el experto manifestó no poder responder, ya que no surgen elementos objetivos, como un croquis escopométrico, huellas o improntas de frenado que permitirían calcular.

Detalles

Igualmente, se consideró que el concesionario debe responder ante el usuario por los daños provocados por animales que invaden la calzada de la carretera concesionada y tal responsabilidad no resulta enervada por la que recaería sobre el dueño o guardián del animal -en caso de identificarlo-, ya que la existencia de esta última no excluye a la primera.

Se añadió que el hecho del tercero, para operar como eximente, no debe ser previsible, remarcando que la posible conducta antijurídica del dueño o guardián de los animales se ha visto posibilitada o favorecida por el propio incumplimiento de la obligación de seguridad de la demandada, que debió tomar los recaudos a efectos de controlar la vía y garantizar que los usuarios puedan circular indemnes, sin obstáculos, por lo que no puede operar como eximente de su responsabilidad.

Finalmente, aclaró que eventualmente, podrá ser materia a analizar en un proceso de repetición de lo pagado que siga la ahora demandada en contra del dueño de los animales, pero resulta cuestión totalmente ajena al consumidor accionante, irrelevante en este análisis a su respecto.