El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) pidió hoy a Rusia el “cese inmediato de todas las acciones” militares en las plantas nucleares de Ucrania. Asimismo, la Comisión Europea (CE) anunció que trabaja en un “plan de contingencia” ante un eventual ataque ruso a esas centrales, luego de que Moscú invadiera el país vecino el 24 de febrero, rodeara Zaporiyia, la instalación atómica más grande de Europa, y ocupara Chernobil.
La invasión rusa “plantea una amenaza grave y directa a la seguridad” de las plantas nucleares y su personal, “ante un posible accidente o incidente nuclear” que ponga en riesgo a la población de Ucrania y del mundo entero, dijo la resolución aprobada por la Junta de Gobernadores del OIEA, formada por 35 de los 173 países del organismo.
Un total de 27 países votaron a favor, entre ellos Argentina, mientras que Rusia y China votaron en contra, cinco se abstuvieron y dos estuvieron ausentes, informó la agencia de noticias AFP, que citó a fuentes diplomáticas.
El texto, votado en la sede del OIEA, en Viena, Austria, fue presentado por Polonia y Canadá.
“Es un paso hacia la politización del trabajo” de la OIEA, reaccionó en Twitter la delegación rusa, argumento que también usó China para justificar su rechazo a la resolución. Ayer, al inaugurar la reunión de dos días de la Junta de Gobernadores, el director general de la OIEA, el argentino Rafael Grossi, advirtió sobre los riesgos de una guerra en un país con tantas centrales nucleares como Ucrania.
“Cualquier incidente podría tener graves consecuencias, ampliar el sufrimiento humano y provocar daños ecológicos”, dijo Grossi.
Cuatro plantas atómicas. En Ucrania hay 15 reactores nucleares en cuatro plantas atómicas, entre ellas la de Zaporiyia, una de las más grandes de Europa y desde ayer bajo control del ejército ruso, además de la zona de exclusión de Chernóbil, escenario en 1986 de uno los dos peores desastres nucleares del mundo, que está fuera de servicio, pero desde la semana pasada también es controlada por Rusia.
En la central Zaporiyia, el personal de la planta continuaba su “trabajo para proporcionar seguridad nuclear y monitorear la radiación en el modo normal de operación” y los niveles seguían siendo “normales”, precisó el Kremlin en una carta.
En tanto, el Gobierno ucraniano alertó el viernes último que había detectado un aumento de radiación en la zona de Chernóbil.
El OIEA informó que recibió una solicitud de Ucrania para “brindar asistencia inmediata en la coordinación de actividades en relación con la seguridad” de Chernobil y otros sitios.
También la CE, órgano ejecutivo de la Unión Europea, advirtió sobre la existencia de posibilidad de un ataque nuclear ruso y anticipó que trabaja en un “plan de contingencia”.
“Nuestro regulador nuclear está preparando un plan de contingencia ante la posible amenaza de que el ejército ruso ataque las centrales nucleares ucranianas. Como saben, ya utilizan Chernóbil como refugio para su armamento pesado”, informó la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, en una comparecencia ante la comisión de Energía e Industria del Parlamento Europeo.
De acuerdo con un alto funcionario europeo, lo que está en juego no es la situación de las regiones del Donbass, sino derrocar al Gobierno ucraniano para colocar a una “marioneta” a las órdenes de Rusia, informó la agencia de noticias Europa Press.
“La brutalidad aumenta cada día”, alertó la fuente diplomática, que pidió mantener el anonimato, al remarcar que la invasión rusa no sigue la planificación inicial del Kremlin y que hay menos diferenciación entre objetivos militares y civiles, como los recientes bombardeos en Járkov y Kiev.