El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, anunció que el país dejará de pedir el pase sanitario.
Bennett precisó se le pondrá fin al uso del “pasaporte verde”, como se le llama en Israel a aquella documentación, porque el número de contagios de covid-19 vinculado a la variante ómicron disminuyó velozmente.
A inicios del mes, el Gobierno ya había eliminado la obligación de contar con el pasaporte verde para entrar a cafeterías, restaurantes, bares, centros polideportivos u hoteles, aunque la mantenía para otros espacios, como salas de conciertos y cines.
Israel fue uno de los primeros Estados en poner en marcha una gran campaña de vacunación, en diciembre de 2020, a partir de un acuerdo con el gigante farmacéutico Pfizer. A la fecha, casi la mitad de su población recibió tres dosis y se preparan refuerzos para las personas inmunocomprometidas.