Playa, montaña, vida silvestre, surf o golf son algunas de las propuestas y experiencias que regala este país caribeño, que ofrece un cronograma con los lugares recomendados para
seguir con el calendario.
Descubierta en 1492 por Cristóbal Colón, República Dominicana se caracteriza por su fascinante historia, sus deslumbrantes paisajes y una riqueza cultural manifestada en su música, arte y productos autóctonos como el ron, el cigarro, el ámbar, el larimar, el café y el chocolate.
Conocido como el destino número uno de golf del Caribe y Latinoamérica, cuenta con 26 campos para practicar ese deporte. Asimismo, ofrece oportunidades para el ecoturismo y la aventura, con lagos, lagunas y ríos, la montaña más alta del Caribe y reservas naturales.
En este marco, el país permite combinar en cualquier momento del año descanso, playas, naturaleza, diversión y aventura. Sin embargo, hay destinos que son ideales para visitar en un determinado mes o época del año.
“Nuestro destino posee la dicha de contar con un continente de ofertas resumido en el espacio que compartimos en esta hermosa isla caribeña”, afirmó Magaly Toribio, asesora de Marketing del Ministerio de Turismo de República Dominicana.
“Esto permite que nuestros visitantes tengan la ventaja de planificar una agenda activa y maximizadora de sus intereses, aprovechando cada mes para vivir momentos inigualables”, agregó Toribio.
Así, mes a mes, el ente de turismo sugiere visitar los siguientes sitios de acuerdo con las ventajas que ofrece cada época del año.
Enero: montaña y ecoturismo en Jarabacoa. Los días despejados y sin lluvia de este mes son ideales para disfrutar de este enclave de la Cordillera Central. El Pico Duarte (3.087 msnm), ríos y paisajes fascinantes con densos bosques de pino y cerros productores de café garantizan aventuras de rappel, senderismo, ciclismo, parapente y rafting. Además de contar con una gran variedad de alojamientos ecoturísticos.
Febrero: la alegría del carnaval dominicano. Durante todo el mes, en las distintas regiones del país, los dominicanos se vuelcan a las calles para disfrutar de los coloridos desfiles en medio de un clima familiar y festivo. La música, trajes, máscaras y personajes míticos varían según las ciudades: en San Pedro de Macorís son los Guloyas, en el Carnaval de Santiago de los Caballeros son Los Lechones y en el Carnaval de la Vega, el Diablo Cojuelo. Estos personajes son sólo algunos de una gran cantidad de caracteres icónicos que solamente se encuentran durante esta celebración.
Marzo: el mejor golf en Punta Cana. Además de sus bellísimas playas, Punta Cana es reconocida por sus desafiantes campos de golf, diseñados por figuras de renombre mundial. Con hoyos que ofrecen imponentes vistas al océano, como Punta Espada, diseñado por Jack Nicklaus, y Corales, obra de Tom Fazio, que figuran entre los mejores campos del Caribe. En este último volverá a jugarse, del 25 al 31 próximos, el PGA Tour, una de las competencias internacionales más destacadas que atrae a golfistas de todo el mundo.
Abril: diversión y playa en Juan Dolio. Además de ser uno de los favoritos de los locales, este pueblo playero, ubicado a 45 minutos de Santo Domingo, ofrece innumerables opciones de alojamiento, restaurantes y comercios. Su ubicación es perfecta para hacer excursiones de un día a Santo Domingo, San Pedro de Macorís, La Romana o al municipio de Guayacanes, un pequeño pueblo de pescadores con una playa tranquila, localizado a pocos kilómetros.
Mayo: un viaje al pasado a través de la cultura taína. Visitar las antiguas cuevas que fueron lugar de refugio y rituales de los primeros habitantes de República Dominicana es una experiencia cultural emocionante. Tres imperdibles: las Cuevas de El Pomier, a 30 kilómetros al oeste de Santo Domingo, que albergan más de cuatro mil petroglifos y pictografías; la Cueva de las Maravillas, cerca de La Romana, con sus pictografías e impresionantes estalactitas y estalagmitas; y las cuevas del Parque Nacional de Los Haitises, en Samaná, a las que sólo se puede acceder por mar. Todos cuentan con numerosas pictografías que traen al presente el pasado taíno.
Junio: el desierto del Caribe está en Baní. Al sur del país, las Dunas de Baní, una zona protegida ubicada en el pueblo de Las Calderas, se erigen como un verdadero desierto en pleno Caribe, con dunas de arena con máxima anchura de 15 kilómetros. Al llegar a la cima, el paisaje se transforma y deslumbra con Playa Salinas, un lugar ideal para practicar windsurf y kitesurf por sus grandes olas.
Julio: shows y festivales para disfrutar el verano a pleno. Con un clima que invita a relajarse y pasarla bien, en este mes hay infinitas propuestas a lo largo del país, entre ellas el Dominican Rum Festival en Puerto Plata, diseñado para promover internacionalmente los productos de las casas de ron dominicanas, y Verano Presidente, una serie de conciertos y fiestas alrededor del país con los artistas del momento. Por su parte, el Kite Festival, en Cabarete, es la cita de los amantes de los deportes acuáticos.
Agosto: Barahona espera a los amantes de la naturaleza. Playas, parques nacionales, áreas protegidas, senderos de plantaciones, ríos y lagos. Al sitio se lo conoce como “la Perla del Sur”. Una joya de la vida silvestre es el Parque Nacional Sierra de Bahoruco. Su impresionante variedad de bosques, desde secos hasta nublados, albergan numerosas especies de orquídeas y aves. Allí, vale la pena visitar Rincón, o de Cabral, la laguna de agua dulce más grande del país y cuenta con variada flora y fauna.
Septiembre: historia, arte y cultura en Santiago. Ubicada en el centro del Valle del Cibao, esta moderna ciudad, la segunda más grande el país, ofrece una vibrante movida cultural. El Monumento a los Héroes de la Restauración es una visita que recuerda el rico patrimonio histórico dominicano, al igual que el Centro Cultural León Jimenes, que cuenta con exhibiciones del arte y la cultura locales. Santiago es, además, la capital mundial del cigarro, por lo que se ofrecen tours a los campos de tabaco y fábricas tabacaleras.
Octubre: el paraíso de Pedernales. Entre las mejores playas dominicanas, con la arena más blanca y el agua más turquesa y transparente, están en esta provincia del sudoeste, imán para los viajeros independientes y con espíritu explorador. Ubicado cerca de la imponente playa de Bahía de Las Águilas, este enclave está rodeado de enormes acantilados kársticos precolombinos. En las cercanías, Cabo Rojo cuenta con opciones para el glamping y a unos 193 kilómetros de Pedernales, el Lago Enriquillo y la Isla Cabritos son ideales para explorar y observar iguanas, cocodrilos americanos y flamencos.
Noviembre: el mes de la música y la adrenalina en Puerto Plata. Las playas de Puerto Plata, en la costa norte, atraen a los amantes de los deportes acuáticos durante todo el año. Playa Encuentro, en Cabarete, es la favorita indiscutida ya que es ideal para practicar cuatro deportes: surf, windsurf, kitesurf y stand up paddle. La música también dice presente mediante el mítico DR Jazz Festival, el más importante y antiguo evento de jazz en el país, en el que cada año se dan cita algunos de los mejores grupos y músicos internacionales y locales de jazz.
Diciembre: Santo Domingo se ilumina y vibra con el espíritu de las Fiestas. Ésta es la época perfecta para probar la exquisita gastronomía dominicana y sus platos tradicionales, como los pasteles en hoja, los quipes, el cerdo asado en pulla o el budín de pan. Santo Domingo, capital del país, es una de las más bellas ciudades del Caribe para vivir las festividades. En la Ciudad Colonial, rituales como las posadas, el intercambio de platos navideños, villancicos tradicionales y espectáculos se suceden durante todo el mes.