Playas extensas bañadas por el Caribe contrastan con un entorno selvático salpicado por impactantes vestigios de la civilización maya, reservas naturales, cenotes y una oferta incalculable de hoteles de lujo, que resumen una gran parte de lo que tiene para ofrecer esta porción paradisíaca de la península de Yucatán
Por Carolina Brenner – Enviada especial a México
Instagram: @carobrenner
Diego calculó que los huéspedes llegarían a la habitación en unos minutos. Preparó el jacuzzi ubicado al aire libre dentro de un frondoso jardín tropical. Lo llenó de espuma, lo decoró con pétalos de rosas y esparció las esencias aromáticas que habían elegido los pasajeros. Luego ingresó al cuarto, acomodó sobre la cama las almohadas que habían seleccionado del menú y dejó unos bombones sobre las sábanas.
Aunque parezca algo propio de la aristocracia, la mayordomía es uno de los tantos servicios diferenciales que brinda el Hotel Luxury Bahía Príncipe Sian Ka´an, el único exclusivo para adultos de los cuatro mega resorts que integran el complejo de la cadena española enclavado en la zona más agraciada de la Riviera Maya, a pasos de Akumal y a 20 minutos de Tulum.
“Aquí lo que más queremos es brindar experiencias felices a nuestros huéspedes para que quieran regresar siempre”, comenta Eduardo Rodríguez, coordinador de marketing del complejo.
Es que en esta parte del Caribe, la felicidad tiene mucho que ver con despertarse animado por el sonido de los pajaros y las olas del mar, desayunar de un banquete colmado de exquisiteces, desplomarse en una reposera y dejarse hipnotizar por un sinfín de turquesas pintados sobre el agua, y portar una pulsera que habilita a comer y tomar de manera ilimitada sin tener que desenfundar la billetera, entre otros tantos placeres.
Secuencias similares se repiten en casi todos los establecimientos turísticos de la franja costera que bordea la península de Yucatán, y actúan como un imán para los turistas del mundo entero que arriban al destino atraídos por sus playas paradisíacas de arenas blancas y aguas cálidas, vegetación tropical, clima benévolo, impactantes zonas arqueológicas de ciudadelas mayas y una infinidad de propuestas recreativas.
Dentro de estas grandes moles de lujo, el sistema all inclusive no sólo implica un gran despliegue de comidas y bebidas disponibles a toda hora, sino también diferentes actividades para alternar con la clásica rutina de tomar sol, refrescarse en el mar y volver a tomar sol.
Si está dispuesto a salir de la holganza, un séquito de simpáticos animadores convencerá al visitante para participar de partidos de voley sobre la arena, juegos tipo kermés, clases de baile, yoga y hasta cocina, o encarar alguno de los desafíos acuáticos como windsur, kayac y/o parasailing, entre otros.
Otra opción es continuar el trance con una sesión de masajes como la que ofrece el Bahía Spa Ska, que luego de una experiencia casi mística en manos de especialistas en fisioterapia, invita a una relajación en camastros con vista a la selva, maridada con frutillas cubiertas en chocolate, jugos frutales y un mini tequila de obsequio.
El golf resulta una buena oportunidad para condimentar la estadía en un entorno diferente. El Riviera Maya Golf Club, por ejemplo, ubicado a pasos del Hotel Sian Ka´an, alberga una cancha de 18 y nueve hoyos enmarcados por lomadas y amplias arboledas e irrigados por cenotes y lagos naturales. La propuesta no sólo apunta a los expertos. Los principiantes también pueden probar suerte en un driving con vistas majestuosas y/o contratar una clase particular.
Alrededor del campo de golf, se expande un entorno selvático de casi 60 hectáreas donde se ofrecen circuitos guiados para recorrer a pie o en bicicleta. El guía del recorrido ecológico explica el valor y las cualidades de los árboles nativos e invita a plantar uno, como un aporte al ecosistema. También, se detiene en una réplica de una aldea maya y en su huerta integrada por especias y hierbas utilizadas con fines medicinales.
El paseo finaliza en un pequeño cenote, uno de los cientos de estos orificios de la tierra que afloran en la zona como si fueran alcantarillas de los ríos subterráneos que bañan casi todo el territorio. Según cuentan las leyendas, albergan tesoros mayas en su interior y afirman que los aborígenes los usaban como sitios de sacrificio, y junto a sus ofrendas, arrojaban joyas de oro y piedras preciosas.
“Queremos que las personas tomen conciencia del respeto por nuestra naturaleza, por eso les mostramos la importancia de esta reserva”, gráfica Katia Cordourier, directora de la Fundación Eco-Bahía, que nuclea las acciones de cuidado del medio ambiente impulsadas por el grupo hotelero.
Esta iniciativa abarca, además, la protección de las tortugas marinas que anidan en el área. Así, por las noches se reúne en la playa un equipo del hotel que cuida que estos ejemplares logren depositar sus huevos en la arena y las crías encuentren sin problemas su camino hacia el mar.
Junto a las tortugas marinas, habitan estas aguas miles de cardúmenes multicolores y otras especies tropicales como morenas, mantarrayas, langostas y hasta delfines.
La fauna marina es atraída principalmente por la gran barrera de coral que se extiende en forma paralela a la península mexicana y es considerada la segunda más grande del mundo, luego de la australiana.
Noches tropicales
Luego de una jornada intensa de sol y playa, la propuesta nocturna en este enclave de la Riviera Maya, se reparte entre noches temáticas, restaurantes de alta gastronomía, fiestas y paseos por los pueblos cercanos.
Quienes prefieren quedarse dentro de los hoteles, cuentan con alternativas variadas como la cena show mexicana que se realiza todas las semanas en la Hacienda Doña Isabel y propone comidas típicas y un espectáculo de bailes representativos de las diferentes regiones del país.
La celebración pirata en la playa con un menú inspirado en los bucaneros, es otra de las fórmulas ingeniosas y divertidas, así como también resulta un buen programa reservar una cena gourmet a la carta en los restaurantes como Alux o Mashua.
Aunque estas sugerencias resultan más que tentadoras, no hay que dejar de conservar una noche para visitar los pueblos de Tulum y Playa del Carmen. El primero deslumbra por su ambiente más exclusivo y restobares a media luz, algunos con salida al mar. Mientras que la Quinta Avenida de Playa del Carmen muestra el lado agitado, multitudinario y festivo de todo el estado de Quintana Roo. Grupos de turistas recorren las casi 15 cuadras de esta arteria luminosa, al ritmo de los mariachis que suenan en cada esquina. Es el sitio ideal para adquirir los típicos souvenires, probar una auténtica tequila o alargar la noche en una discoteca.
Así transcurren los días en de México, enmarcados con playas maravillosas, resorts de lujo, paseos sorprendentes y acompañados por la cálida hospitalidad local. Algo que se parece mucho a la felicidad.
Agenda de viajes
Cómo llegar
De Córdoba a Cancún operan varias compañías aéreas. El precio del pasaje en temporada baja parte de $19.600. Del aeropuerto de Cancún a Akumal es una hora de viaje en auto por autopista.
Dónde dormir
La oferta de alojamiento en esta porción de la Riviera Maya está concentrada en los establecimientos de la cadena Bahía Príncipe Hotels & Resorts y los condominios de Bahia Principe Residences & Golf. Dentro de esta propuesta, se destacan los cuatro hoteles: Grand Bahia Principe Coba (tarifa desde US$84 p/p), Grand Bahia Principe Tulum, Luxury Bahia Principe Akumal y Luxury Bahia Principe Sian Ka’an. (Tarifa desde US$91 p/p). Este último está enclavado en una zona selvática del complejo, donde también se extiende la cancha de golf y un desarrollo inmobiliario que contempla condominios de lujo tanto de inversión privada como para renta turística.
Qué hacer
Excursión a la zona arqueológico de Cobá que incluye visita a cenote y aldea maya. Precio desde US$129 p/p.
Excursión a Cozumel, que incluye snorkel en el parque Chankaanab, playa del Cielo y recorrido por el centor. Precio: Desde US$110 p/p.
Más info: https://www.coming2.com
Más info
https://www.bahia-principe.com