Así lo afirmó el portavoz presidencial Dmitri Peskov. El 74,2% de los sueros de personas inoculadas con el fármaco pudo neutralizar la variante Ómicron frente al 56,9% de los sueros de las personas que recibieron Pfizer, según un estudio reciente realizado por el Instituto Spallanzani en Italia y el Centro Gamaleya, desarrollador del inoculante ruso.
Peskov avaló la eficiencia del inmunizante y subrayó que sería errado decir lo contrario, así como expresó su esperanza en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) otorgue su aprobación de emergencia en “un futuro cercano”.
“Esperamos que eso ocurra en un futuro cercano. Confiamos en que, realmente, se esté realizando un trabajo con la OMS y se haya culminado la labor para hacerles llegar todos los documentos que faltaban”, destacó el funcionario.
Peskov advirtió que en lo referente a las vacunas de otros países, algunos de sus productores “ya se dirigieron” a Rusia, y se están llevando a cabo las investigaciones imprescindibles, “tanto de su combinación con las dosis adicionales como con otras marcas”, de acuerdo con declaraciones citadas por la agencia de noticias Sputnik.
El martes pasado los representantes de la OMS informaron que Rusia había presentado la mayor parte de los datos sobre la vacuna, y se esperaba que el paquete completo de documentos fuera entregado para finales de enero.
Según el organismo internacional, el Fondo Ruso de Inversión Directa –que financió el desarrollo de Sputnik V– debe presentar la confirmación de que las deficiencias halladas por los expertos de la OMS fueron corregidas.
En octubre pasado, el ministro de Salud ruso, Mijaíl Murashko, declaró que se habían eliminado todos los obstáculos para el reconocimiento por la agencia sanitaria de la ONU y que solo faltaban algunos procedimientos administrativos.
Hasta la fecha, la lista de vacunas autorizadas incluye la Covaxin del laboratorio indio Bharat Biontech, Covovax producida por el Serum Institute of India bajo licencia del estadounidense Novovax; Pfizer/BioNTech; Moderna; AstraZeneca (la OMS aprobó también su versión fabricada en India bajo el nombre Covishield), Johnson&Johnson, Sinopharm y Sinovac.
La lista de uso de emergencia de la OMS es un requisito previo para el suministro al Covax, el mecanismo creado para achicar la brecha en el acceso de inoculantes, y facilita la inclusión de la vacuna dentro de las solicitadas por los países para habilitar viajes internacionales.