Frizata, compañía de alimentos congelados de entrega directa al consumidor, anunció su llegada a San Francisco, California, Estados Unidos. Con la misión de cambiar la comida de todos los días con innovación y tecnología, la foodtech apuesta por el mercado anglosajón con una propuesta de 50 alimentos congelados que llegan directamente al interesado, con servicio de entrega propio.
De esta manera, la firma accederá directamente a más de 1.700.000 hogares. En dos años y en medio de la pandemia, desembarcó en tres países: Brasil, Chile y Estados Unidos.
Al igual que en el resto en los que se encuentra, la empresa integra toda la cadena de valor: I+D, producción, e-commerce y distribución que se realizan en vehículos propios que garantizan la temperatura de los productos congelados. Este modelo de negocio se conoce como DNVB (digitally native vertical brand) y permite ahorrar costos entre la fábrica y el consumidor, y producir alimentos de calidad.
“Por ejemplo, la friburger meat free, nuestra hamburguesa sin carne, cuesta 25% menos que cualquier hamburguesa promedio en el supermercado y tiene un tamaño superior”, afirmó Adolfo Rouillon, cofundador y CEO de Frizata.
La marca apunta a los “flexitarianos”, consumidores que buscan reducir el consumo de carne, que en Estados Unidos representan la mitad de la población joven, y llega en un momento en el cual este país es el segundo mercado de comercio electrónico en el mundo.
A principios de este año, la firma levantó una ronda de inversión serie A por US$5 millones, que le permitió acelerar su crecimiento en Santiago de Chile, San Pablo y San Francisco. En cada caso, el arribo a esos sitios se realiza con equipos locales.
“Estamos construyendo una plataforma global para brindar una nueva generación de alimentos innovadores a millones de consumidores deseosos de repensar la forma en la que se alimentan todos los días, con una experiencia simple, precios accesibles y cuidando el medioambiente. Nuestra visión es llegar a 200 ciudades de todo el mundo durante la próxima década”, explicó Rouillon.