Al estudiar el ecosistema de comercio electrónico y servicios financieros digitales, se concluyó que persiste la brecha de género y que falta inclusión en el mundo digital. Promover una mayor participación de mujeres en la ciencia y la tecnología, como también en las empresas, es clave
Según un estudio elaborado junto a Euromonitor International, durante 2020 el ecosistema de comercio electrónico y servicios financieros digitales generó seis nuevos empleos por hora, es decir que significó expansión para 500.000 pymes en la región. Otro dato revelador de la investigación “Impactos que importan. Cómo el ecosistema de Mercado Libre genera valor en Latinoamérica” es que del total de las pymes encuestadas sólo una de cada 4 que venden en Mercado Libre es liderada por una mujer, lo que refleja la necesidad de incluir a más mujeres en carreras de ciencia y tecnología.
En el estudio mencionado se señaló además que 84% de las 500.000 pymes de la región logró concretar ventas fuera de su ciudad y sumar nuevos clientes. Estos datos se desprenden de un estudio que esta compañía realizó junto a Euromonitor International para conocer el aporte de su ecosistema en la generación de empleo, el crecimiento económico, la inclusión financiera y la transformación digital de Latinoamérica.
Para completar la medición general de la impronta socioeconómica, el estudio reveló que se generan empleos y externalidades positivas en otros 17 sectores de la economía y que más de 2.000 pymes de la región brindan servicios directos a Mercado Libre y su ecosistema. El estudio demostró que el crecimiento de esta compañía es consecuencia directa del éxito de cientos de miles de empresas pequeñas, familiares y emprendedores que, a través de su transformación digital, están generando empleo, valor económico y social a lo largo de América Latina.
El estudio se realizó entre marzo y septiembre pasados, sobre datos de los dos años anteriores. Si bien Mercado Libre está presente en 18 países, la investigación se centró únicamente en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México e incluyó diversas metodologías y tipos de fuentes. Se realizaron más de 4.000 encuestas a vendedores de Mercado Libre y usuarios de Mercado Pago, individuos y comerciantes; y más de 50 entrevistas en profundidad a operadores logísticos de la cadena de valor y referentes del sistema envíos en la región. Se efectuó un análisis y triangulación de 370 declaraciones que reafirman el impacto de Mercado Libre en el desarrollo económico de los países bajo estudio y se consideró además información secundaria de variables macro y microeconómicas de los países en análisis.
Brecha de género y conexiones
Mercado Libre desarrolla Conectadas -en alianza con Chicas en Tecnología (ONG argentina que desde 2015 busca reducir la brecha de género en el ambiente emprendedor)- y Reprograma (ONG brasileña que busca formar a mujeres en tecnología)- para llevar adelante la implementación del programa en Brasil.
El jueves de la semana pasada realizaron un encuentro virtual con el objetivo de sumar cada vez más mujeres jóvenes de Latinoamérica al mundo de la tecnología. El propósito que tienen es continuar trabajando para reducir la brecha de género en la industria del conocimiento. El programa busca compartir con las adolescentes habilidades tecnológicas y de gestión para que puedan proyectar su futuro.
En su primer año, el programa “Conectadas” prevé alcanzar a 1.200 jóvenes de entre 14 y 18 años en Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Colombia, México y Perú. Para participar no es necesario que ellas tengan conocimientos previos en el área, sólo ganas de crear soluciones innovadoras basadas en tecnología ante un contexto desafiante.
Promoviendo la inclusión
“En un mundo que crece hacia la innovación permanente, las mujeres en la región tienen mucho potencial por descubrir en su relación con la tecnología. Según el área de Educación de la Unesco, sólo hay 3% de estudiantes femeninas en Ciencias de la Información. “Por eso, conscientes de nuestro rol en la industria, venimos trabajando desde hace algunos años en diseñar y acompañar diferentes programas que contribuyan a estimular y acercar a más mujeres a reconocerse como creadoras y diseñadoras de tecnología, promoviendo la inclusión y diversidad dentro del sector”, explica Guadalupe Marín, directora de Sustentabilidad de Mercado Libre.
En los tres países más grandes -México, Brasil y Argentina-, menos de 30% de las personas que trabajan en ciencia, matemáticas, ingeniería y tecnología es mujer. Sin embargo, “más de 50% de las personas que están inscriptas en los programas de educación superior son mujeres”, afirmó Débora Berebichez, doctora en física y primera mujer mexicana en terminar un doctorado en física en la Universidad de Stanford.
La especialista pronostica que cada vez los trabajos estarán más automatizados. “Entonces, si las mujeres no se actualizan en tecnologías, la brecha salarial va a seguir profundizándose y serán reemplazadas en estos trabajos por hombres”, advirtió.
Consultada por las causas de esta brecha, Melina Furman, investigadora del Conicet, señaló que es necesario romper con los prejuicios de que estas disciplinas son áridas y poco atractivas. “No hace falta ser una heroína para estudiar ciencias exactas o tecnología”, destacó. Furman abogó por la necesidad de que existan programas específicos de tecnología orientados a mujeres, que sean espacios seguros en los que haya un acompañamiento para construir una cultura de pares con mujeres que están innovando.
La tecnología como espacio de poder
Silvana Bahia, fundadora de Preta Lab de Brasil, propició la utilidad de visibilizar videos con entrevistas con mujeres del área tecnológica para estimular a otras a involucrarse con la tecnología. “Nos estimulan para consumir tecnología pero no para crearla. Las tecnologías en general las crean hombres, blancos y del hemisferio norte, y la idea es que las mujeres también creen ciencia e innovación”, propuso.
Paula Coto, directora Ejecutiva de Mujeres en Tecnología, consideró clave que ellas asuman un rol activo en sus comunidades y muestren el enorme valor que aportan al ecosistema. “Lo relevante es que pasaron de ser usuarias de tecnologías a ser creadoras de las mismas con mirada social, con miradas interculturales y regionales”, destacó. Carla de Bona, cofundadora de Reprograma, de Brasil, reflexionó sobre la importancia de visibilizar ejemplos de mujeres en tecnología que les cuenten a otras sus experiencias en primera persona. “Hay que traer la tecnología para que las mujeres cada vez estén más inmersas en lo digital”, propuso.