El Fondo Monetario Internacional (FMI) ratificó hoy su compromiso de continuar las negociaciones en torno a nuevo programa financiero con la Argentina por la deuda que el país contrajo con la entidad en 2018, y adelantó que a fines de diciembre el directorio del organismo tratará su política de sobrecargos, en línea con el mandato fijado por el G20 en la Cumbre de Jefes de Estados celebrado el fin de semana pasado en Italia.
En la habitual conferencia que suele brindar cada jueves por medio, el vocero Gerry Rice se expresó así luego del encuentro que el presidente Alberto Fernández y la titular del FMI, Kristalina Georgieva, mantuvieron el sábado en Roma, y tras las reuniones técnicas que encabezó el ministro de Economía, Martín Guzmán, con el staff del organismo.
Para Rice, el FMI se mantiene “plenamente comprometido en ayudar a la Argentina a abordar grandes desafíos sociales y económicos que enfrenta, apoyando políticas que establezcan la estabilidad de la economía, y las bases para un crecimiento sostenible encabezado por el sector privado”.
Las reuniones fueron “muy productivas”, y entre los temas abordados “se trataron las perspectivas macroeconómicas”, detalló el portavoz del organismo.
Rice precisó que Guzmán y el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, continuaron esta semana con las negociaciones con el equipo del organismo, compuesto por la vicedirectora del Departamento Hemisferio Occidental, Julie Kozack, y el representante permanente del Fondo en Argentina, Luis Cubedú.
A causa de la extensión de estos encuentros, el titular del Palacio de Hacienda retornó al país recién ayer desde la capital italiana, donde se produjo el diálogo con los funcionarios del organismo multilateral.
Waiver, default y compromiso. Rice, al ser consultado por la prensa sobre la posibilidad de algún tipo de waiver (perdón) o cláusula al acuerdo vigente para evitar un default si la Argentina no llega a acordar con el Fondo antes marzo próximo, se limitó a repetir palabras del ministro Guzmán, de que “se trata de rumores infundados”.
“Argentina ha indicado que está comprometida a cumplir con sus obligaciones con el FMI”, subrayó el portavoz.
En efecto, el lunes pasado la Argentina abonó el vencimiento de una cuota de intereses y cargos con el FMI por 388 millones de dólares.
Para lo que queda de 2021, restaría pagar la segunda cuota de capital del mega préstamo contraído durante la presidencia de Mauricio Macri, de casi 1.900 millones de dólares, que vence el próximo 22 de diciembre.
En cuanto a las revisiones de la política de sobrecargos, el vocero explicó que -según se expresó el G20 durante el fin de semana-, el Fondo tratará esta cuestión y que el directorio tendrá una reunión formal al respecto en algún momento “hacia fin de año”, sin precisar la fecha.
Rice ratificó una vez más que el programa de financiamiento en el que trabajan los técnicos del FMI con la Argentina es de Facilidades Extendidas, que tiene un plazo de 10 años.
La Argentina busca posponer vencimientos por una deuda cerca de US$ 45.000 millones que, según el cronograma original, prevé un pago de US$ 19.000 millones en 2022 y otro monto similar en 2023, y luego en 2024 debe completar el pago del resto.
En tanto, la portavoz de Presidencia, Gabriela Cerruti, afirmó hoy durante su conferencia de prensa semanal en la Casa Rosada, que el Gobierno trabaja para lograr “el mejor acuerdo”, en línea con el mensaje presidencial expresado durante la Cumbre del G20.
“El plan económico de la Argentina no lo escribirá el FMI; estamos trabajando para logar el mejor acuerdo. El Gobierno de (Mauricio) Macri contrajo una deuda de forma arbitraria e irracional. Nadie se llevará la plata del país a costa del hambre y la salud de nuestra gente”, reafirmó Cerruti en su diálogo con la prensa.
Sobre este punto también se refirió hoy Sergio Chodos: “Una negociación no es la obediencia o la firma de un contrato de adhesión. Tiene que tener la comprensión y el consenso del conjunto de la sociedad, además del de la política”, indicó el representante argentino ante el FMI.
El funcionario recordó que “el FMI es el organismo que viene a solucionar las crisis de balanza de pagos, pero hoy nuestro mayor problema en la balanza de pagos es precisamente el FMI”, dijo, respecto del peso de los vencimientos de los próximos 3 años que la Argentina debe pagar al Fondo, según el acuerdo que suscribió la gestión anterior.
Chodos consideró que “al FMI mismo le conviene, y de alguna manera es un requisito, que la negociación final tenga un amplio consenso. Le conviene por razones económicas o por razones políticas, que se transforman en razones económicas”.
“Pasar por el Congreso y la discusión social respecto a generar los mecanismos de consenso para el programa que se termine acordando es fundamental porque potencia, por un lado, la posición de la Argentina; pero por otro lado, la viabilidad futura del programa, y a la vez la sensación de mayor potencial y confianza en el conjunto de la economía”, consideró Chodos.
Por su parte, el embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Argüello, pronosticó ayer que “en los próximos meses vamos a tener la posibilidad de cerrar un acuerdo en los términos que estamos procurando”.
Consultado sobre si el acuerdo podría firmarse antes de marzo próximo, antes del vencimiento de una cuota de capital con el FMI de US$ 4.800 millones, Argüello respondió: “Yo creo que sí”.
“Me parece que las condiciones para comenzar a hablar de un acuerdo concreto van a aparecer claramente después de las elecciones del 14 de noviembre y para eso nos estamos preparando”, afirmó el embajador.
En esa línea, insistió en que el Gobierno nacional “busca negociar el mejor acuerdo posible -con el FMI- que no ponga en riesgo este crecimiento que está viviendo la Argentina”.