Los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, del Tribunal Oral Federal 2, que juzga a la vicepresidenta Cristina Fernández Kirchner y a ex funcionarios de su gobierno por las presuntas irregularidades en las obras públicas que recibió el empresario Lázaro Báez, rechazó que arrepentidos en la causa “cuadernos” declaren como testigos en el proceso; entre ellos, Aldo Roggio.
Cabe recordar que Roggio sostuvo que pagó coimas para lograr acceder a la concesión de los subtes en la Ciudad de Buenos Aires.
Gorini, Giménez Uriburu y Andrés Basso no hicieron lugar al pedido del fiscal Diego Luciani para que Roggio, Enrique Pescarmona, Francisco Valenti (ambos de la empresa IMPSA) y el financista Ernesto Clarens testifiquen en el debate en curso.
Los magistrados sostuvieron que hay “ausencia de vinculación suficiente con los hechos materia de investigación que permita motivar su citación”.
Según el agente, todos “mantuvieron un estrecho vínculo” con alguno de los “actores principales” del juicio por la obra pública irregular durante el período objeto de análisis; es decir, entre 2003 y 2015.