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Funcionarios del gobierno de ese país y la cámara de fabricantes realizaron un encuentro con argentinos en Buenos Aires.
La Embajada de Uruguay en Argentina realizó ayer una jornada sobre la “integración de cadenas productivas en el sector autopartes”, con la asistencia de empresas nacionales y funcionarios del gobierno del país vecino. El evento, que se llevó a cabo en la sede diplomática fue abierto por el titular de la delegación diplomática, Guillermo Pomi, y contó con la presencia de directivos de la Cámara de Fabricantes Argentinas de Componentes (AFAC), de la Cámara de Autopartes del Uruguay y especialistas del sector.
Según se informó, existe un régimen especial que permite a Uruguay exportar partes con contenido nacional por hasta US$ 100 millones con arancel cero. Uruguay propuso a los empresarios argentinos desarrollar proveedores regionales.
La Cámara de Autopartes del Uruguay, junto con representantes del gobierno de José Mujica, intentará -de esta forma- avanzar en la creación de cadenas productivas con los empresarios locales. La política asociativa, que tiene su base en acuerdos previos logrados dentro del Mercosur, posibilitaría exportar a Brasil en el marco de un régimen especial con arancel cero por hasta US$ 100 millones, que por ahora los uruguayos sólo cumplen en 30 por ciento.
“Queremos fomentar el asociativismo entre pequeñas empresas y desarrollar proveedores regionales”, señaló el secretario ejecutivo de entidad uruguaya, Sebastián Giraldez.
“Como socios de desarrollo relativo menor estamos buscando integrarnos con la Argentina y Brasil, pero ahora exploramos Argentina. La decisión de avanzar en el desarrollo de proveedores locales no está separada del crecimiento del sector: según las estimaciones podría haber un parque automotor regional de unos 5 millones de vehículos”, indicó Giraldez.
Esas previsiones evalúan que Brasil podría superar la meta de producción de tres millones de unidades anuales antes del 2012.
La preocupación de los empresarios uruguayos está expresada en las metas para el desarrollo de la industria automotriz y de autopartes para los próximos cinco años. El desafío, que tiene una segunda etapa con límite en 2030, implica dejar de ser “una industria de reposición para modelos discontinuados y poder abastecer las terminales”, señaló Jorge Calvete, titular de Uruguay XXI, el organismo oriental de promoción de inversiones y exportaciones.
Déficit comercial
Durante las últimas cumbres del Mercosur, los representantes uruguayos se preocuparon por buscar mecanismos para reducir el déficit comercial con sus socios regionales. Uno de ellos es el gigante brasileño, que tiene un volumen de producción que los desborda.
“Uruguay no está produciendo lo suficiente como para cumplir con los acuerdos comerciales con Brasil, porque cuando se multiplica lo que le vendemos por 1,84 (el coeficiente que establece cuánto puede vender Brasil por cada producto comprado a Uruguay) ellos se quedan sin vendernos productos que tenían destinados para nuestro país”, explicó Giraldez. Para este año, Brasil proyectó vender US$120 millones y Uruguay sólo podrá vender unos US$30 millones. Eso representa importar productos brasileños por apenas US$55,2 millones.
