Al describir una situación sanitaria y hospitalaria dramática, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunció ayer una nueva cuarentena hasta mediados de febrero y destacó el avance de la campaña de vacunación con el inicio de la aplicación de las dosis de la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca.
Johnson informó que todas las escuelas y centros educativos de Inglaterra volverán desde mañana al formato remoto, con la excepción de los hijos de trabajadores esenciales y niños de sectores vulnerables.
Además, pidió a toda la sociedad que se quede en sus casas y solo salgan para comprar lo esencial. Los únicos que podrán salir son los llamados trabajadores esenciales o personas que escapan de violencia doméstica.
Asimismo, Johnson informó que todas las personas que se encuentran en un grupo de riesgo recibirán en breve una carta para alertarlas sobre la necesidad de volver a aislarse hasta que el número de contagios desciendan y el sistema hospitalario vuelva a ganar capacidad de respuesta.
Según destacó el premier en su discurso a la nación, difundido por todos los canales de televisión, las hospitalizaciones en Inglaterra aumentaron 30% la semana pasada y los hospitales están una vez al borde del colapso.
El 29 de diciembre pasado, el país vivió un récord cuando registró más de 80.000 nuevos contagios en un solo día y luego esa semana un aumento de 20% en el número de muertes.