Un estudio del Ieral afirma que uno de cada cinco estudiantes no tuvo acceso a Internet en el presente ciclo y alerta sobre mayores dificultades para enfrentar la educación en el país en un contexto digital
En el último informe del Ieral de la Fundación Mediterránea, lanzado este diciembre, las analistas Laura Caullo y Azul Chincarini dan un panorama de la educación virtual en el país durante 2020. Advierten de que “uno de cada cinco estudiantes no tuvo acceso a Internet”.
“Las escuelas y demás institutos educativos no han abierto sus clases durante todo el ciclo lectivo del año 2020, manteniendo un cursado virtual con la intención de garantizar una continuidad pedagógica”, dice el relevamiento.
A ese panorama les suman los resultados de las pruebas Aprender 2019: 74% de los estudiantes no superó el nivel básico en matemáticas. En lenguas, ocurrió en 40% de los alumnos. “Las pruebas no ocultan las heterogeneidades provinciales: CABA logra el mejor resultado en Matemáticas con 9% de alumnos con niveles avanzados y menos de un cuarto de alumnos con desempeños menores al básico. Luego, Córdoba alcanza el mejor resultado en Lenguas con 22% de calificaciones avanzadas. Sin embargo, Chaco y Formosa se encuentran en la base del ranking, donde dos tercios de los estudiantes no saben Matemáticas y un tercio tiene un nivel por debajo del básico en Lenguas”.
DATO
En números
En promedio, Argentina cuenta con 67 accesos residenciales de internet fijo y móvil por cada 100 habitantes. La provincia de Neuquén (89,3); la Ciudad Autónoma y las provincias de Buenos Aires (85,1), Tierra del Fuego (83,5), Chubut (82,1) y Córdoba (77,5) encabezan el ranking relativo a esta métrica. No obstante, 12 provincias de 23 se encuentran por debajo del promedio; Santa Cruz y San Juan, con 41,4 y 54,8 accesos a internet normalizados por cada 100 personas respectivamente, se encuentran en la base del ranking.
El Ieral detalló además que la situación previa a la pandemia no era alentadora respecto a la situación tecnológica en la que se encontraba la población escolarizada. “Durante el cuarto trimestre 2019, uno de cada cinco niños y adolescentes de entre 4 y 17 años no ha utilizado internet, 6 de 10 no han tenido contacto con una computadora y 4 de 10 no han utilizado el celular; lo cual advierte dificultades al momento de desarrollar sus estudios de manera virtual”.
De esta manera, es posible dimensionar cómo los adolescentes y niños en edad escolar pudieron enfrentar la educación virtual y qué consecuencias esto podría tener, con base en dos indicadores: los resultados de las pruebas Aprender del año 2019 publicados recientemente; y la disponibilidad de TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) para el uso de la población en edad escolar.
Conclusiones
La imposibilidad de utilizar internet y/o una computadora determina una dificultad al momento de la educación virtual.
“En este sentido, los datos son impactantes: 1 de cada 5 niños y jóvenes no utilizó internet y 6 de cada 10 no emplearon una computadora. Entre los niños con primario incompleto, el 58,2% no utilizó una computadora y el 23,8% no hizo uso del internet. Luego, 7 de cada 10 niños con primario completo no emplearon una computadora y 2 de cada 10 no utilizaron internet”, refleja la investigación.
Las autoras del estudio concluyen que el universo de los niños y adolescentes sin instrucción se posiciona como el grupo con mayores dificultades para enfrentar la educación en un marco digital, debido a que 42% no ha hecho uso de internet y 80% no ha empleado una computadora.
Para comprender este dato debe tenerse en cuenta que la población “sin instrucción” comprende tanto a niños de entre 4 y 5 años, que en el momento de relevamiento de información no comenzaron su educación primaria, como a niños y adolescentes cuya situación social no les ha permitido llevar a cabo sus estudios. Ambos casos se ven perjudicados con la virtualidad impuesta durante 2020.
Arrastre de dificultades previas
La educación virtual significó un desafío inédito para niños, adolescentes, padres y docentes. Sin embargo, este grupo, previo a enfrentar el presente contexto virtual, mostraba dificultades cuya incidencia no es menor. “En primer lugar, el bajo desempeño en las pruebas Aprender no solo denota un bajo nivel académico sino también una falla del principio de equidad en la educación: los resultados de las provincias más pobres se destacan por su precariedad, mientras que en las provincias más ricas son más alentadores”, afirman las analistas Caullo y Chincarini.
El acceso a internet también refleja las heterogeneidades regionales, lo cual limita la posibilidad del uso de esta herramienta con fines educativos y la formación de niños y adolescentes en plena edad escolar.