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Con la situación de pandemia que atravesamos en 2020, la transformación digital (TD) ha tomado protagonismo a raíz de la necesidad de incorporar la tecnología como un habilitador para el logro de los objetivos de negocio de las empresas.
La TD es la reinvención de una organización mediante la apropiada utilización de la tecnología digital. Pero no se trata solo de eso. La migración tecnológica implica tener: estrategia clara, liderazgo comprometido, gestión adecuada del cambio cultural, repensar las experiencias del cliente y del empleado y decidir las herramientas digitales que permitan abordar de manera correcta el proceso. La combinación de estos factores, que depende del momento y tipo de compañía, permitirá mejorar la forma como las empresas consiguen sus objetivos.
En América Latina, 46% de las organizaciones ya ha consolidado el proceso de la TD y está obteniendo resultados. Sin embargo, 25% de empresas que no ve la necesidad de hacerlo o no sabe cómo, principalmente por una preocupación estratégica de superar la coyuntura y recuperar rentabilidad, aunque esta misma situación sea la causa de la celeridad del cambio cultural.
En verdad, cuanto más avanzamos por este camino, más inmediata deberá ser la TD. En efecto, de acuerdo con el Informe de Adopción de Transformación Digital en empresas 2020 de InterNexa, sobre un total de 211 encuestadas, 55% de ellas presentó un significativo compromiso e impulso de los gerentes y dueños de empresas hacia la TD.
Asimismo, aunque los líderes de las organizaciones vean la TD como una aliada para cumplir sus objetivos y soportan este proceso con herramientas digitales, es necesario repensarla bajo la óptica de mejorar la experiencia del empleado y del cliente. Las empresas están compuestas por personas y, por lo tanto, son ellas quienes se transforman digitalmente. La adopción digital implica un cambio de procesos, estrategias y formas de trabajar dentro de todas las áreas de una organización, por lo que se necesita de un cambio de mentalidad, una evolución en conocimientos y educación digital de cada empleado.
En medio de una era tecnológica y bajo condiciones desafiantes, como la cuarentena mundial, es imposible no plantearse cambios, principalmente cuando podrían ser una gran garantía de la continuidad del negocio. La TD en las empresas no es únicamente un salvavidas en tiempos de contingencia: es la evolución necesaria para darle la bienvenida al presente digital.
(*) Country manager de InterNexa Argentina
