Las exportaciones de frutas frescas crecieron en los primeros diez meses del año 6% respecto a igual período de 2019, con un volumen total en torno a 800.000 toneladas, según informó ayer el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
De esta manera, entre enero y octubre, Argentina despachó 797.220 toneladas de cítricos, frutas de pepitas y vid, entre otros, contra 751.871,6 toneladas de similar periodo anterior, de acuerdo con los datos relevados por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
“Este logro es producto de una conjunción de fuerzas, entre los productores argentinos que no bajan los brazos y el trabajo incansable del Senasa, que debió adaptar sus tareas y ajustar los controles para seguir certificando las exportaciones del complejo agroalimentario y agroindustrial en este marco de pandemia”, dijo el ministro del ramo, Luis Basterra.
Del total de frutas frescas exportadas, 321.278 toneladas correspondieron a pera; 247.985 a limón fresco; 98.446 toneladas a manzana; 73.956 toneladas a naranja; y 32.767 toneladas a mandarina.
Sus principales mercados fueron países de la Unión Europea; la Federación Rusa y Estados Unidos -entre otros-.
También se registraron envíos de arándanos, uva, kiwi, granada y cereza, entre otras frutas frescas.
Con respecto a igual periodo de 2019, se observa el crecimiento de las exportaciones de pera de 11%; limón, 6%; y manzana, 5%; entre otros.