La automotriz Toyota sumará a finales de julio un segundo turno de producción en su planta industrial del partido bonaerense de Zárate, anticipó su presidente, Daniel Herrero, quien planteó la necesidad de contar con nuevos protocolos que contemplen la mayor actividad de la terminal y de las empresas que conforman su cadena de valor.
En un encuentro por videconferencia con la prensa, Herrero también aseguró que la compañía toma la responsabilidad de “buscar alternativas para seguir teniendo contenido local” para la integración de sus vehículos, ante la eventual salida del país de alguno de los proveedores de la industria.
El presidente de Toyota encabezó ayer por la tarde la presentación de Kinto, la marca global de soluciones de movilidad de la automotriz, que se instalará en Argentina como continuidad de la plataforma Toyota Mobility Services que funciona desde 2018 y que sumará nuevos servicios de gestión de flotas y por suscripción.
En diálogo con la prensa, Herrero -también titular de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa)- señaló que en el país “todas las terminales ya están en producción tras la etapa de aislamiento y ahora es momento de ver cómo incrementar” los volúmenes, para lo cual anunció que “Toyota va a volver con segundo turno a fin de julio”.
“Todas las terminales están buscando alternativas para producir más ya sea con turnos extendidos, horas extras o segundos turnos más allá de las dificultades que presenta la pandemia para el desplazamiento de los trabajadores y las dificultades en los movimientos interjurisdiccionales”, reseñó.
Herrero aclaró que cada automotriz atraviesa “una situación particular sobre cómo incrementar su producción” y para ello “cómo mejorar los protocolos junto a su cadena de valor según dónde esté asentada la planta y sus proveedores”.
“En el caso de Toyota, estamos en una posición de poder arrancar el segundo turno y vamos a tomar un protocolo distinto porque vamos a estar trabajando con más gente”, aseguró.
Al referirse a los anuncios de algunas empresas autopartistas de abandonar sus operaciones en el país, Herrero admitió que “es una situación de coyuntura muy difícil, entendible después de tres meses sin producción y con un futuro incierto, pero la filosofía de Toyota sigue siendo que ninguna pandemia puede cambiar el lugar de producción”.
“Nuestra responsabilidad es convencerlos (a los proveedores) de que se queden o buscar alternativas para seguir teniendo ese contenido local porque mantener viva la cadena de valor es fundamental para tener industria”, aseveró.
Sobre la llegada del nuevo concepto de movilidad de la marca, Herrero explicó que Toyota Mobility Services pasará a denominar sus servicios como Kinto Share para el cliente particular y Kinto One, con un servicio de gestión de flotas para clientes corporativos.
El programa Mobility Service, a menos de dos años de su lanzamiento en el país, registró más de 19.000 usuarios y alcanzó alrededor de 7.500 alquileres en los 44 puntos disponibles en todo el país para la entrega y el retiro de vehículos.
Herrero explicó que la marca sigue la tendencia global que demanda vehículos para uso ocasional y que, luego de la pandemia, puede crecer aún más sobre cómo decida la gente su movilidad eligiendo el transporte privado sobre el público.
Ante esa aceleración en los cambios de costumbres, anticipó que antes de fin de año también llegará Kinto Flex, que permitirá alquilar un vehículo con tarifa mensual -que incluirá mantenimientos, seguro e impuestos-