El Ieral estimó que en diciembre la suba de precios acumulará una suba de 52%. Sin embargo, marcó que ese mes podría observarse un pico mensual de entre 5 y 6% que, anualizado superará 80%. Alerta por la consecuencia del descongelamiento de tarifas, la emisión monetaria y la brecha cambiaria
El economista en jefe del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) Cuyo, Gustavo Reyes, alertó sobre una posible espiral inflacionaria cuando el país salga de la cuarentena establecida para controlar la propagación de la pandemia de coronavirus.
Lo hizo en el marco de un nuevo encuentro virtual organizado por la Fundación Mediterránea y del cual participó Comercio y Justicia.
En la oportunidad, Reyes explicó que a principios de año se hubo una morigeración de la suba de precios debido a que el Banco Central la controlaba en función del tipo de cambio. Sin embargo en abril, ya con el aislamiento social preventivo establecido por el Covid-19, la inflación mostró una suba menor a la registrada por la última devaluación.
Así, mientras en marzo la suba de precios fue de 3,7% mensual, en abril fue de 1,5%. Pero en abril el tipo de cambio se ajustó 3,6%, bastante por encima de la inflación que, según el economista, creció a menor ritmo debido a las decisiones políticas de congelar tarifas y al confinamiento que redujo los gastos de las familias.
En ese sentido, indicó que la inflación puede volver a desestabilizarse y enumeró los factores que podrían alterarla: que el país no llegue a un acuerdo con los bonistas extranjeros respecto de la deuda, las condiciones de la salida de la cuarentena, el descongelamiento de las tarifas, el ajuste del tipo de cambio oficial que marca la brecha cambiaria con el dólar blue y la emisión monetaria.
En ese sentido, Reyes estimó que en diciembre se producirá una situación que calificó como “peligrosa”: en el último mes del año la inflación interanual podría llegar a 52%. “Ese mes la suba de precios podría rondar entre 5 y 6% mensual, cifra que anualizada llevará la inflación por encima de 80%”, alertó.
En el mismo sentido, también destacó que hay situaciones que -por el contrario- pueden ayudar a estabilizar la suba de precios.
Así, mencionó que un pronto arreglo con los tenedores de deuda extranjera y un plan económico acompañado por un programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) serían determinantes.
Al respecto, mencionó que el actual es un tiempo de “oportunidades” en el que el Gobierno puede aprovechar el poder político con el que cuenta, la gran capacidad ociosa que existe en los distintos sectores producto del confinamiento obligatorio y la ventaja que ofrece contar con superávit en la cuenta corriente. “¿Se animará el Gobierno?”, pregunró Reyes.
Para resumir, el economista refirió cuáles son las claves que se deben monitorear y las presentó en formato de luces de semáforo.
Así, consideró que son “luces rojas” la emisión monetaria, la creciente brecha cambiaria, la incertidumbre que genera la falta de un plan económico y la creciente vulnerabilidad social provocada por el “derrumbe económico”.
De entre las claves “en luz amarilla” que se deben monitorear refirió el acuedro con los acreedores (“más próximo ahora que la semana pasada”, afirmó), el nivel de los depósitos en dólares, el resultado de la cuenta corriente, el tipo de cambio multilateral, los “focos de inflación reprimida” y la previsión de un mundo más complejo después de la pandemia de coronavirus.
Por su parte, entre las claves ubicadas en la “luz verde”, Reyes mencionó que no es poco importante que los países más ricos del mundo ya están pasando la cuarentena y la pandemia. “Esperemos que la recuperación de esos países siga siendo en V y no en W”, expresó Reyes.
También incluyó el resultado superavitario de la balanza de intercambio comercial, en el que reconoció que si bien los precios de las exportaciones caen, los de los insumos “caen más”.
Finalmente, mencionó también como positivos las chances cercanas del arreglo de la deuda y la posibilidad de que el Gobierno aproveche la instancia política en la que está para lanzar un plan económico que dé previsibilidad.