Uno de los principales errores que cometen los emprendedores es tratar de imitar una idea exitosa en vez de buscar nuevos negocios. Otro, “enamorarse” de su idea sin tener en cuenta las necesidades reales del mercado.
¿Por dónde y cómo se empieza un emprendimiento? El punto de partida para llevar a cabo una idea de negocio, aunque muchas veces parezca obvio, es uno de los pasos más importantes a la hora de emprender y en el que muchos cometen errores.
Para Gonzalo Roqué, director de RVL Consultora de Marketing, existen, básicamente, dos técnicas o metodologías para crear ideas de negocios: “Hay emprendedores que utilizan técnicas ‘reactivas’, es decir, lo que hacen es mejorar o adaptar productos o servicios que ya existen en el mercado. Si bien es un tanto conservador, es una manera válida de buscar ideas y puede que les vaya bien siempre y cuando haya un mercado lo suficientemente grande para varios players (jugadores)”, indicó a Comercio y Justicia el especialista.
Por otra parte -continuó Roqué- está el método “proactivo”, que es muy útil cuando el mercado está saturado y se hace necesario crear algo novedoso. Si bien esta técnica es más riesgosa, tiene mayor grado de innovación. “Esta es la propuesta del ‘Marketing lateral’ que implica incorporar el pensamiento lateral en la estrategia de marketing. Se puede realizar con algunas técnicas de desplazamiento que tienen como finalidad romper con la definición de un mercado específico. La propuesta consiste en encontrar oportunidades combinando mercados, como por ejemplo, los cybercafés (cafés y tecnología, los huevitos Kinder (golosina y juguete), entre otros”, ejemplificó.
Buscar nuevas necesidades
“El emprendedor no tiene que decir ‘qué buena idea que estuve pensando’ sino ‘qué buena idea detecté en el mercado’. Es decir, es muy importante que se encuentre una verdadera necesidad en el mercado”, agregó Emiliano Chamorro, miembro del Club de Inversores del IAE y fundador de Palatinum Group.
En este contexto, Chamorro explicó que es muy “habitual ver a emprendedores tratando de hacer cosas que ya existen, se focalizan en las cosas que hoy funcionan, y buscan replicar proyectos como Google o Facebook”.
“Es evidente que los creadores de estos fenómenos no copiaron algo que ya existía, sino que crearon algo nuevo. Por esto, creo que los emprendedores tienen que pensar en cuáles podrían ser empresas exitosas de acá a 20 años y no focalizarse y tratar de replicar las que son un éxito hoy”, agregó.
Romper con los paradigmas
Así como se repiten patrones equivocados al momento de emprender, también existen “errores comunes” en todos los que deciden iniciar un negocio. En palabras de Roqué, es muy común que los emprendedores no tengan “autocrítica de los paradigmas” que cada uno tiene. “Cuando los emprendedores nos consultan acerca de su proyecto y en la consultora les damos una idea diferente o complementaria (les decimos ‘distinguite o extinguite’) y les aconsejamos que hagan algo diferente, se genera una cierta incomodidad”, dijo el especialista.
En este sentido, agregó que “los paradigmas son funcionales a nuestro pensamiento y no son malos en sí mismos” pero que “un emprendedor debería tener una habilidad mucho mayor que el resto de las personas para poder romper con los paradigmas establecidos y generar así autocrítica”.
Por su parte, Chamorro agregó que los emprendedores se enfocan mucho en sus productos o modelos de negocios sin estudiar primero si hay una necesidad real que satisfacer. “Esto pasa porque todos tenemos una gran necesidad de sentir que no nos equivocamos, entonces es muy difícil volver de una idea propia y mucho más cuando le puso tiempo, plata y se encariñó”, finalizó el miembro del IAE.