El Tribunal Oral en lo Criminal 4 de Morón le aplicó la pena máxima a Andrés “Chucky” Muñoz, tal como solicitó el fiscal de juicio. Consideró que asesinó para lograr impunidad
Un hombre de 31 años fue condenado a prisión perpetua por haber asesinado de un balazo con una pistola Bersa calibre 40 al músico de free style Matías “Bosko” Valdetari cuando éste defendía a su novia y a unos amigos de un asalto en la localidad bonaerense de Haedo, hace casi dos años.
El Tribunal Oral en lo Criminal 4 (TOC4) de Morón le aplicó la pena máxima a Andrés “Chucky” Muñoz tal como solicitó al alegar la semana pasada el fiscal de juicio, Patricio Pagani.
Así, el encartado, quien está preso desde 2018, recién podrá pedir la libertad condicional después de pasar 35 años en la cárcel, en 2053.
Los jueces Carlos Torti, Julia De la Llana y Gabriel Sotelo consideraron a Muñoz autor de un robo agravado por el uso de arma, homicidio criminis causa (matar para ocultar otro delito y lograr impunidad) y portación ilegal de arma de guerra.
Entre las principales pruebas que incriminaron a Muñoz figura que la novia de Valdetari lo reconoció en rueda de personas como el autor material del crimen y que en la casa del acusado se secuestraron 12 proyectiles del mismo calibre que los usados en el homicidio.
Durante la lectura del fallo, Hernán Valdetari y Roxana Acosta, los padres del joven asesinado, estuvieron acompañados por familiares de otras víctimas de la inseguridad, como Beatriz Arrieta, madre de Nadia Arrieta, la joven asesinada el 1 de marzo de 2018 por un preso con libertad condicional que intentó abusar de ella y la mató.
Valdetari, de 19 años, era un freestyler emergente, conocido en la zona oeste del conurbano bonaerense y en redes sociales por sus duelos raperos en las competencias que se organizan en plazas públicas y eventos.
El crimen ocurrió la madrugada del 21 de abril de 2018, mientras el joven, su novia y otros tres amigos se encontraban en una plaza.
Según se acreditó en el debate, dos jóvenes que se movilizaban en una moto se acercaron para preguntarles si conocían algún kiosco en la zona y luego de recibir las indicaciones, uno de ellos se bajó del vehículo, exhibió un arma y comenzó a robarles. Las víctimas les entregaron dinero, un monedero, teléfonos celulares y otras pertenencias, pero cuando se los ladrones se retiraban, uno de ellos volvió para revisar a una de las chicas y Valdetari salió en su defensa.
El músico se abalanzó sobre el ladrón, lo golpeó y le dijo a uno de sus amigos que se sumara porque, según entendió, el arma era falsa.
Según los testigos, el delincuente le contestó: “¿Así que es de mentira?”, y le disparó a quemarropa a la altura de la cadera. Luego escapó con su cómplice. El joven llegó con vida al hospital Interzonal de Haedo y fue operado, pero como la bala afectó arterias importantes y perdió mucha sangre, falleció. El día del crimen fuentes policiales habían informado que se había comenzado a investigar el caso como un posible “ajuste de cuentas vinculado a las drogas, ya que en la mochila de la víctima había estupefacientes”.
Sin embargo, la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Morón descartó esa hipótesis y la policía detuvo a tres sospechosos, dos de los cuales acordaron penas en juicios abreviados. Muñoz fue el único que llegó a debate oral.
Los otros dos condenados por el caso son Dante Castillo (23), quien recibió una pena de un año y 10 meses de prisión por el delito de encubrimiento, y Abel “El Gordo” Acevedo (35), el conductor de la moto, cuya defensa acordó 14 años por homicidio en ocasión de robo.