lunes 25, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Punta del Este, el glamour entre mares

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La península que divide las aguas del río de la Plata con el océano Atlántico es el refugio de la elegancia, la exclusividad y el buen gusto, que crean un balneario dotado de playas extensas, atardeceres majestuosos y vistas inolvidables.

Por Carolina Brenner – [email protected]

Punta del Este. Desde sus inicios, la península que divide las aguas del río de la Plata y el océano Atlántico fue refugio de la alta sociedad, para luego adquirir prestigio mundial como el balneario más glamoroso de Latinoamérica. A lo largo de la ruta costera que conduce hacia Punta del Este, el mirador de Punta Ballena regala a modo de bienvenida una vista inigualable de las playas Portezuelo y Solanas anticipando los paisajes majestuosos que ostenta el balneario más exclusivo del Uruguay.

Atravesando el morro que alberga también a Casapueblo, la escultura habitable del artista Carlos Páez Vilaró, el ingreso a la costanera que bordea el mar obsequia una panorámica de la ciudad que año tras año sorprende por su incesante crecimiento.

Es que lo que hace alrededor de un par de décadas representaba un destino reducido a grandes mansiones y contadas torres de departamentos, hoy refleja un frenético desarrollo inmobiliario con edificios de alta gama, complejos y hoteles de categoría que brotan como un cañaveral de cemento.

Pese a ello, el destino conserva aún esos toques de distinción y elegancia, arquitectura de vanguardia y glamour, que lo convierten en el elegido tanto por el visitante internacional como por los veraneantes argentinos que buscan exclusividad, seguridad y confort.

Así, lo que en un principio se concentraba en la península -una estrecha franja de tierra que divide las aguas del río de la Plata con las del océano Atlántico- se expandió hacia el noroeste sumando a La Barra y José Ignacio, entre otros enclaves, como parte de su oferta turística. Aunque mucha gente lo elige para vivir todo el año, el balneario explota con los primeros calores del verano, cuando enciende las luces de los más de veinte paradores playeros, todas sus arterias y galerías comerciales y su variada y distinguida oferta gastronómica.

Es allí donde el brillo y el lujo se cuelan en todos los detalles. Jardines obsesivamente cuidados, un parque automotor nutrido de descapotables último modelo, hoteles-boutiques de diseño y cadenas cinco estrellas con nutridas grillas de espectáculos, recitales, ferias y obras de teatro; edificios faraónicos y negocios de puesta impecable protagonizados por las principales marcas premium del mundo conforman el conjunto de postales que explican la inconfundible personalidad del lugar.

Su estilo seduce a un éxodo que invade las codiciadas playas esteñas durante la temporada estival atraído por las grandes y diversas extensiones de arena y el culto de celebrar los atardeceres multicolores sobre el mar.

Al ser una península, goza de la singularidad de contar con dos zonas costeras bien diferentes: La Brava y La Mansa. La primera, que se enfrenta con el océano Atlántico, está bañada por un oleaje impetuoso, mientras que el lado opuesto, donde se extiende el punto norte del río de la Plata, se caracteriza por sus aguas calmas y la ceremonial puesta del sol que se desintegra en el azul horizonte tras la pintoresca isla Gorriti.

Además, la diversidad de playas que se diferencian por su geografía se distinguen por las propuestas de recreación y promociones, dentro de las cuales se ofrecen masterclass, juegos para niños, sombrillas y reposeras para titulares de algunas tarjetas de crédito, canchas de voley playero, clases de zumba, talleres de pintura de uñas y cursos de surf, entre otros.

El abanico de propuestas es interminable. Al atardecer o a primeras horas de la mañana el recorrido por la punta, unos ocho kilómetros de costanera, se ha convertido en el paseo obligado de todo caminante, quien además de cultivarse con una actividad deportiva se oxigena con la postal de yates, barcos pesqueros y veleros que descansan en el puerto, el inspirador ruido del oleaje y el aire fresco y puro del viento marino.

Noche de lujo
La noche en Punta también resulta inagotable para realizar compras o pasear. La tradicional calle Gorlero, que atraviesa la península, quedó relegada a los comercios más populares y a la Feria de los Artesanos, para cederle el protagonismo a la arteria paralela, también conocida como “la 20”, que concentró un elegante paseo de tiendas de marcas multinacionales como Tommy Hilfiger, Valentino, Gotex, Fendi, Donna Karan, Columbia, Desigual, Magma y Daniel Cassini, entre otras.

También en los últimos años el diseño tomó gran dimensión en el lugar, a raíz de lo cual, los alrededores de la avenida Italia fueron bautizados como el “District Design”, que nuclea las principales casas de decoración de renombre global.

Además, la completa oferta gastronómica y la opción de espectáculos que generalmente se concentra en el Hotel Conrad, además de algunos sitios bailables, completan unas vacaciones inolvidables.

Barra de Manantiales
Enclave boutique
En los últimos años, la propuesta esteña fue extendiéndose hacia el noroeste de la Punta, dando lugar a los balnearios de La Barra, Manantiales y José Ignacio, elegidos por quienes prefieren amainar el ritmo y alejarse del frenesí y el movimiento de la península.

Su calle principal alterna entre lo bohemio y lo boutique, con casas de decoración, restaurantes de alta cocina y decenas de galerías de arte, que durante todos los viernes de enero abren las puertas a los visitantes para exhibir sus obras junto a los artistas.

El año pasado, esta arteria inauguró el primer shopping de la zona, llamado Oh!, que además de una importante variedad de negocios, los fines de semana ofrece espectáculos de música clásica y jazz al aire libre.

Agenda de viaje

– Cómo llegar:
Distancia entre Punta del Este y Córdoba: 1.139 km.
Pasaje aéreo con escala en Buenos Aires desde US$460 ida y vuelta.

– Precios:
El alquiler de un departamento para cuatro personas parte de US$2.000 la quincena en enero; en febrero los precios disminuyen hasta 20%.

Por ejemplo: * hotel Enjoy Conrad Punta del Este desde US$260 en temporada alta la habitación doble estandar con desayuno.(www.conrad.com.uy)

* Hotel Saint Pierre, desde US$120 la habitación doble con desayuno (www.saint-pierre.com.uy)
Almuerzo en restaurante de categoría desde US$30 por persona.

– Más información: Dirección de Turismo de MaldonadoADIPE CIDEM, Centro de Hoteles de Punta del Este, Destino Piriápolis, Corporación Gastronómica.

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