Una demanda en contra Volkswagen Argentina SA presentada por el dueño de un Audi A4 comprado en un concesionario oficial no prosperó ya que se acreditó que el motor del auto se averió porque cargó gasoil en vez de nafta.
A su turno, el actor pidió una reparación de casi 700 mil pesos alegando que la garantía oficial debía cubrir la falla y no lo hizo.
En su demanda expuso que el rodado se detuvo en la ruta y fue imposible ponerlo en marcha nuevamente.
En tanto, precisó que el concesionario desarmó íntegramente el Audi y que al mes le informó que la garantía no cubriría el daño y que “debía cambiarse el motor en block”, a su cargo.
En tanto, indicó que consultó a cuatro mecánicos particulares que opinaron que el desperfecto residía en el sistema de escape, inyección e ignición y no en el motor.
Al contestar, Volkswagen refirió que cuando el auto ingresó al taller de la concesionaria el propietario le dijo al asesor de servicio que había cargado gasoil en lugar de nafta y que, luego de transitar unos kilómetros, el motor había comenzado a fallar. Arguyó que ello quedó plasmado en la orden de reparación.
Volkswagen enumeró los daños que la carga de un combustible no autorizado causan al motor. En esa línea, rechazó las acusaciones y le atribuyó lo sucedido a la negligencia del accionante.
La Sala F de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial le dio la razón a la compañía. Indicó que las pericias acreditaron que el tanque tenía hidrocarburos pesados, tipo gasoil. “La autenticidad del informe fue corroborada, luego, a través de la prueba informativa”, enfatizó.
“La afirmación en cuanto a que el automóvil se detuvo inesperadamente y no volvió a arrancar se condice con la recarga de gasoil”, concluyó el tribunal.