Según el informe “Transformación del desempeño en el futuro del trabajo”, de Mercer, a pesar de mucha discusión y algunos ajustes, ese proceso aún no genera los resultados deseados
Mercer, consultora en Recursos Humanos, difundió recientemente un informe titulado “Transformación del desempeño en el futuro del trabajo”, que analiza el futuro de la práctica de gestión de desempeño a la luz de los cambios en el mundo del trabajo, a partir de la automatización y la inteligencia artificial (IA).
En ese marco, el reporte asegura que este proceso, tan común en las grandes empresas, todavía no genera los resultados deseados. En los seis años transcurridos desde la última Encuesta Global de gestión del Desempeño de Mercer, poco cambió en la forma en que se diseña y ejecuta.
De acuerdo con los datos obtenidos, sólo dos por ciento de las empresas considera que su enfoque de gestión del desempeño ofrece un valor excepcional; más allá de la retroalimentación oportuna, los empleados esperan una experiencia más personalizada.
Los empleados prósperos tienen cuatro veces más probabilidades de trabajar para una empresa que comprende sus habilidades e intereses únicos; y 70% de las empresas dicen que es necesario mejorar el vínculo entre la gestión del desempeño y otras decisiones de talento tales como desarrollo, promociones y planes de sucesión.
En este entorno dinámico, ¿por qué usar un proceso que aleja a las personas de sus trabajos diarios durante horas si sólo proporciona un valor mediocre? El estudio de Mercer destaca cuatro puntos al respecto.
Ochenta y tres por ciento de las compañías participantes requiere que sus empleados se fijen objetivos; sin embargo, sólo 56% de las empresas requiere que las unidades de negocio lo hagan.
En este sentido, el estudio muestra que más de la mitad de los objetivos de los empleados son definidos a ciegas. Este aislamiento limita la comprensión de los colaboradores respecto a su contribución al negocio.
Para mejorar entonces la efectividad de este proceso, Mercer propone una serie de predicciones para el futuro de la gestión del rendimiento
Los gerentes como los conocemos dejarán de existir y la IA jugará un papel más importante. En el futuro del trabajo, las empresas analizarán las interacciones de los empleados utilizando IA para crear oportunidades personalizadas de desarrollo y profesionales.
Conforme el trabajo se vuelve más dinámico, los empleados construirán, gestionarán y mantendrán relaciones con numerosos clientes internos y externos. Como resultado, el desempeño de los empleados deberá ser evaluado y el entrenamiento debe ser proporcionado por una variedad de personas en lugar de que el gerente sea la única fuente de feedback.
El modelo de talentos se segmentará y alineará con el ciclo económico. Si la disrupción se acelera tan rápido como se anticipa, significa que el trabajo será cada vez más complejo y diversificado. Por lo tanto, los programas de talento deberán ser flexibles en lugar de uno único para todos. Recursos Humanos dispondrá y desplegará varios modelos diferentes dependiendo el estadio de negocio de cada unidad.
El fin del pago anual por mérito
En el futuro del trabajo, las empresas redefinirán lo que significa pagar por el desempeño. El enfoque tradicional de ajustes al salario base como reconocimiento de performance ha fallado. Es tiempo de recompensar la performance con otros mecanismos. Programas de recompensa bien diseñados estarán alineados con aquello que ayuda a los empleados a prosperar en su trabajo. La performance de los empleados será reconocida a través de avances en la carrera e incentivos. Top performers con potencial serán reconocidos a través de promociones o movimientos que les traerán mejores salarios.
Estrategias
La revisión de los hallazgos del Estudio de Gestión del Desempeño Global de Mercer revela la necesidad de cambiar radicalmente lo que se viene haciendo hasta el momento. Según el informe, tres estrategias serán el sello distintivo de cómo las empresas pueden construir modelos de talento para el futuro del trabajo:
-Una estrategia es transformar el modelo de Recursos Humanos, creando un enfoque de gestión del desempeño centrado en el empleado y que, a su vez, reconozca el estadio de negocio.
-También, mejorar la claridad para cada colaborador y cada trabajo en cómo contribuyen al negocio. Los empleados anhelan una guía clara sobre lo que se espera de ellos y buscan consejos que vinculen sus habilidades únicas a las necesidades de negocio futuras.
Por último, Mercer recomienda seleccionar intencionalmente gerentes de personas en función de sus habilidades e intereses. Esto requerirá que las compañías reconsideren la típica progresión profesional ascendente que asume que todos se convierten en gerentes de personas.