Por Luis Dall’Aglio *
Los datos de Córdoba y el país reflejan en la conducta de la población un fuerte malestar con la situación económica y política nacional, que se convierte en un mensaje, no sólo para el gobierno sino también para la oposición.
La señal, más allá del ruido político que caracterizó a la campaña para estas PASO, es que el debate debe abordar definitivamente los problemas sociales, antes (o además) que los del mercado; y que las dificultades de la política y los políticos son absolutamente secundarias, si se tiene en cuenta que el ganador de anoche es alguien que hace apenas dos meses paseaba su perro y especulaba con volver a ser parte del séquito de Cristina.
Y se vuelve a ratificar que Argentina tiene un actor fundamental en la construcción y la orientación del futuro del país: un pueblo informado, con la suficiente experiencia democrática como para convertir una simple interna, discutida e invalidada por todo el sistema político y técnico, en un mensaje de fuerte contenido político que marca canchas a “diestras y siniestras”.
A partir de ayer ya nadie podrá dejar de mirar estos datos ni soslayar este mensaje. La política, que corre detrás de la histeria del mercado o de los intolerantes algoritmos y redes digitales, se chocó de frente con la realidad de las góndolas, los mostradores y talleres de los vecinos de a pie que solo fueron ecos de discursos vacíos y llenos de marketing.
Por otra parte, como en otras partes del mundo, las grandes y extensas clases medias con problemas e intereses muy claros, ponen y cambian presidentes, o al menos, los proponen para la vuelta de octubre en que -todo parece- podría llegar al fin, rompiendo con sueños de una salvadora segunda vuelta.
Mauricio Macri fue producto de la clase media; hoy es puesto en jaque.
En tierras cordobesas, el acompañamiento estuvo ajustado a la expectativa política del gobierno provincial. Tal vez, en reconocimiento de una gestión; o quizá, por la necesidad de contar con una opción que –como dice el discurso oficial- cuide a los cordobeses de nubarrones que parecen asomarse en el celeste cielo argentino.
* Director de la Consultora Delfos