Once entidades neumonológicas internacionales, entre ellas una argentina, ratificaron que al día de hoy ningún análisis científico puede demostrar que sean efectivos para abandonar ese vicio. Afirmaron que el tratamiento más eficaz es la combinación de asesoramiento psicológico y fármacos
Once sociedades científicas neumológicas ibero-latinoamericanas arribaron recientemente a nuevas conclusiones respecto al uso de los dispositivos electrónicos que liberan nicotina (DELN). Ratificaron que al día de hoy ningún análisis científico de los estudios realizados puede demostrar que los DELN sean efectivos para dejar de fumar.
Por el contrario, existen estudios independientes que advierten sobre los efectos adversos de esta nueva metodología en un corto plazo. En cambio, afirmaron que el tratamiento más eficaz y seguro para ayudar a los fumadores a abandonar el consumo es la combinación de asesoramiento psicológico y tratamiento con fármacos.
Así lo acaban de sostener la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) junto a Asociación Latinoamericana de Tórax (ALAT), Asociación Colombiana de Neumonología y Cirugía de Tórax (Asoneumocito), European Respiratory Society (ERS), Federación Centroamericana y del Caribe de Neumología y Cirugía de Tórax (Fcccnct), Sociedad Brasileña de Neumonología y Tisiología (SBPT), Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias (SER), Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía Torácica (Smnyct), Sociedad Paraguaya de Neumología (SPN) y Sociedad Portuguesa de Neumología (SPP).
Además, las asociaciones advirtieron sobre el lanzamiento de campañas promocionales para jóvenes y adolescentes con el objetivo de reclutar usuarios haciéndolos adictos a la nicotina.
“Poco tiempo atrás los DELN fueron presentados por la industria tabacalera como una alternativa posible para aquellos fumadores que manifestaban sus ganas y preocupación por abandonar el cigarrillo.
Del análisis de diferentes estudios se observó que dichos dispositivos electrónicos de liberación de nicotina permiten la inhalación de otras sustancias (saborizantes, cocaína, drogas sintéticas y derivados de cannabis, entre otras), al tiempo que generan adicción y suman nuevas toxicidades potenciales que pueden afectar al aparato respiratorio”, sostuvo AAMR en un comunicado.
Salud respiratoria
Las entidades neumológicas coincidieron en que la salud respiratoria demanda respirar aire limpio. “La inhalación directa o de segunda mano de humo y/o aerosoles generados por los DELN u otros dispositivos son una amenaza para la salud. El aparato respiratorio está hecho para cumplir con una de las principales necesidades básicas que tenemos los seres humanos: respirar aire limpio y oxigenado”, agrega el documento.
Al respecto, el ex presidente de AAMR, Daniel Buljubasich, dijo: “Vemos con absoluta preocupación el avance de la industria tabacalera en el desarrollo de nuevas formas de consumo de tabaco, que distan mucho de ser seguras y que no han demostrado eficacia para dejar de fumar. Utilizan una falacia, que es comparar los nuevos productos con el cigarrillo convencional que, como sabemos, es el producto de consumo legal más letal que existe provocando la muerte de la mitad de sus consumidores habituales”.
En conclusión, las sociedades científicas mencionadas, sostuvieron que ningún profesional sanitario debería recomendar la utilización de este tipo de dispositivos, dado que su seguridad no fue comprobada científicamente.
Recordaron que para poder lograr la cesación tabáquica existen tres opciones de tratamiento farmacológico con una efectividad que ya se encuentra demostrada: terapia sustitutiva con nicotina (chicles, parches, comprimidos, caramelos, inhaladores y aerosol), bupropion y vareniclina. Todos ellos utilizados de manera adecuada y a tiempo son capaces de duplicar y hasta triplicar las posibilidades de dejar de fumar.