Este mes, dos sentencias de Cámara revocaron permisos otorgados a padres de niños que padecen enfermedades que no responden satisfactoriamente a la medicación convencional. Hay reclamos para habilitar la práctica, pero por ahora el debate no se abrió
A principios de mes, un fallo de alzada planteó que el autocultivo de cannabis con fines medicinales, una práctica que la ley no permite pero que la Justicia viene habilitando, puede generar productos que no cumplen estándares de calidad.
La Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta admitió un recurso del Estado nacional y revocó parcialmente un decisorio que autorizó a la madre de un niño de seis años que padece Neurofibromatosis NF1, una enfermedad genética, a cultivar marihuana.
A su turno, el juez Julio Bavio habilitó a la actora para tener 12 plantas adultas y 40 plantines sin clasificación sexual “en la esfera reservada, íntima y privada de su domicilio” y para el uso exclusivamente medicinal de su hijo.
Además, en un tramo de su sentencia que la superior respaldó, el magistrado le encomendó al Estado Nacional que incluyera al menor en el Programa Nacional para el Estudio y la Investigación del uso Medicinal de la Planta de Cannabis y precisó que una vez admitido y cumplidas las condiciones para que reciba adecuadamente los derivados para llevar a cabo el tratamiento que necesita, analizaría la cesación del permiso.
El Estado Nacional apeló el decisorio y alegó que aprobar que la amparista cultivara cannabis implicó dejar la producción de aceite “sin ningún control”.
En tanto, adujo que la medida conllevaba “gravedad institucional”, al estimar que se podría producir un efecto “multiplicador”, ocasionando que varias familias se vuelquen al cultivo de cannabis.
También enfatizó que un producto que “no cumple buenas prácticas de cultivo y estándares de calidad medicinal” puede tener impactos negativos para la salud.
En esa dirección, el Estado argumentó que en cada caso los profesionales tratantes deben conocer la concentración de principio activo por mililitro químico para evaluar el impacto del tratamiento, sus efectos adversos y las dosis.
La alzada -integrada por los vocales Mariana Catalano y Alejandro Castellanos- admitió parte del recurso y recordó que si bien el autocultivo de cannabis con fines medicinales fue debatido en el Congreso Nacional se decidió mantener la prohibición establecida en la Ley de Estupefacientes.
Además, resaltó los posibles riesgos que pueden generarse por la administración de fármacos elaborados artesanalmente por quienes no tienen capacitación profesional.
En tanto, la semana pasada, en Río Negro, otra sentencia revocó un permiso para cultivar marihuana medicinal.
Hace poco menos de un año, Julia Navarro fue autorizada a producir legalmente el cannabis para el aceite medicinal que, según expuso, le permitió a su hijo de ocho años “dejar de estar encerrado en su propio cuerpo” y “llevar una vida normal”.
Cautelar caída
La Cámara Federal de Apelaciones de General Roca dejó sin efecto la cautelar que le permitió tener plantas de marihuana en su casa.
Los vocales Ricardo Barreiro, Fernando Gallego y Mariano Lozano resolvieron dar de baja el permiso otorgado en su momento por la jueza Federal de Viedma Mirta Filipuzzi.
No obstante, emplazaron al Estado nacional a proveer cautelarmente el aceite de cannabis en la cantidad y calidad necesaria para atender las necesidades del niño, quien padece de síndrome de Tourette, un trastorno psiquiátrico caracterizado por múltiples tics físicos y vocales.
A su turno, Filipuzzi dispuso que María Eugenia Sar, la abuela del nene, podría mantener el cultivo de plantas en su casa de Las Grutas. También habilitó al abuelo del infante, el médico Gabriel Navarro, para que siguiera fabricando aceite a partir de las cosechas.
Además, extendió el asentimiento para cultivar a la mamá, en cantidad necesaria, con exclusivo destino medicinal, bajo estricta sujeción a los lugares y modalidades que detallaron los reclamantes al hacer su pedido.
La jueza enfatizó que el Estado nacional aún no garantiza la provisión gratuita e ininterrumpida del tratamiento con aceite de cannabis; ello así, porque se encuentra en proceso de implementación el denominado “Programa Nacional para el Estudio y la Investigación del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis, sus derivados y tratamientos no convencionales”.
Además, remarcó la importancia del precedente “Arriola”, de la Corte Suprema.
El amparo de la familia Navarro fue presentado por su abogado, Federico Ambroggio, el 5 de mayo de 2018, dos años después de que se diagnosticó la enfermedad en el niño.
En 60 días, con los dictámenes favorables del fiscal Diego Iglesias, titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), del fiscal federal Marcos Escandell y el defensor público oficial de la Justicia Federal de Viedma, Marcelo Sánchez, Filipuzzi admitió su solicitud.
Los actores también contaron con el respaldo de la Asociación de Pensamiento Penal y de la organización de Cannabis Medicinal de Cipolletti, que se presentaron como amigos del tribunal.
Redes sociales
Cuando la familia del pequeño habló sobre la revocación del permiso, hizo su descargo en las redes sociales. Explicó que la planta le “devolvió la vida” al niño y enfatizó: “Nosotros sabemos que el autocultivo es la base para una terapia cannábica segura. Por eso vamos a asumir los riesgos y no vamos a interrumpir la terapia”.
Por su parte, el coordinador del área de política de drogas de la Asociación Pensamiento Penal, Andrés Bacigalupo, calificó como “insensible” e “infundada” la decisión de la Cámara.
También aseguró que el fallo representa “un retroceso” y adelantó que va a ser recurrido ante la Máxima Instancia.
A más de dos años de la sanción de la ley, la demanda de los pacientes sube pero el Estado falla a la hora de proveer derivados del cannabis.
Por ahora, Argentina no produce ni permite el cultivo personal de la planta y sólo habilita el trámite de importación del aceite. Por ello, el autocultivo se presenta como la única posibilidad para muchas personas.
No obstante, en febrero, el Ministerio de Seguridad de la Nación firmó la habilitación del primer centro para elaborar cannabis medicinal, en Jujuy.
Además de producción, se realizarán estudios científicos, medicinales y terapéuticos.
La provincia norteña será la primera del país en cultivar legalmente cannabis para uso medicinal, tal como establece la ley 27350.
“A partir de un exhaustivo análisis técnico realizado por especialistas de la fuerza federal, se concluyó que el establecimiento contaba con las normas de seguridad necesarias y que cumplía con las pautas legales impuestas a nivel nacional y provincial”, explicó hace tres meses la cartera que conduce Patricia Bullrich.
Planes en Jujuy
– Será la primera provincia del país que cultivará cannabis con fines medicinales.
– Se usará el inmueble denominado “Finca El Pongo”, situada sobre la ruta provincial 1, cerca de la localidad de Perico.
– El cultivo se realizará a campo abierto sobre una superficie de entres cinco y 15 hectáreas.
– Se estima que a fines de junio se podrá elaborar, con datos técnicos, un plan de cultivo industrial para una escala mucho mayor, de una 500 hectáreas en los próximos cinco años.
– Por ahora, se busca lograr certidumbre científica respecto de la adaptación de la planta a las condiciones del suelo, agua, aire y clima.
– De avanzar con la producción y la industrialización, se espera empezar a producir aceite de cannabis entre agosto y noviembre.Proyecto de reforma
El diputado nacional Santiago Igon (FpV) presentó una iniciativa para habilitar el autocultivo de cannabis con fines terapéuticos.
“La lucha es por garantizar el acceso al derecho a la salud”, sostuvo.
La iniciativa cuenta con el apoyo de distintas organizaciones y de familiares de usuarios de aceites y compuestos derivados del cannabis. “Es necesario debatir el tema nuevamente y modificar la ley para que las personas que necesitan derivados del cannabis para tratar alguna patología o mejorar su calidad de vida puedan hacerlo libremente con un Estado que en lugar de perseguirlos colabore con ellos”, argumenta gon.
El legislador por la provincia de Chubut considera, asimismo, que la reglamentación de ala normativa afectó derechos consagrados en ella y que, por eso, surgió la necesidad de modificarla.
Igon también presentó una resolución solicitándole al Poder Ejecutivo que elimine al cannabis del listado de drogas peligrosas, conforme lo sugiere la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas.
Valeria Salech, presidente de Mamá Cultiva Argentina, destacó la importancia de incluir el autocultivo en la ley 27350.
“Cada vez son más las personas que diariamente acceden al autocultivo de cannabis para la salud, de todas las edades y todos los estratos sociales. En este marco de incumplimiento de la ley, todos estamos en riesgo de ser criminalizados”, señaló la dirigente.