Clima desfavorable y reemplazo por cultivos de terrenos dedicados a la ganadería -donde se implantan las colmenas- han hecho caer seis veces la producción de miel.
La producción de miel en la provincia de Córdoba viene en caída libre desde hace cinco años, con un rendimiento equivalente a la sexta parte del registrado en 2005.
Ante el problema, la Comisión de Emergencia Agropecuaria, convocada por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentos, abordó el problema y se acordó elevar una solicitud para declarar en emergencia o desastre agropecuario aquellas pedanías y departamentos en los que ha disminuido sustancialmente la actividad apícola.
En el encuentro participaron representantes de la Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar de la Nación, del programa Cambio Rural y de numerosas cooperativas apícolas de la provincia. Los agentes zonales del ministerio presentaron un relevamiento realizado en diferentes regiones productoras de miel, con detalles del estado de situación y la significativa disminución de los rendimientos por colmena. En los últimos cinco años, la media anual de producción bajó de 30 a cinco kilos en la última cosecha.
La medida solicitada es por 365 días, durante los cuales los apicultores se verían favorecidos con la prórroga o exención de los impuestos provinciales según corresponda, y la posibilidad de solicitar refinanciación de pasivos y facilidades para el acceso a líneas crediticias especiales que establezcan organismos oficiales, entre otros.
La crisis fue discutida por apicultores de Villa María y zona de influencia, una de las más afectadas. Los productores del lugar atribuyeron la baja a la acentuada sequía y la disminución de la superficie ganadera, lugar habitual de ocupación de los sistemas apícolas.
Las alternativas viables para superar la crisis fue analizada por 46 apicultores de esa región, con un total de 26.300 colmenas, lo que implica un promedio de 571 colmenas por sistema productivo, superando el mínimo de 400 colmenas requerido para que una familia pueda vivir, según los estudios. La baja de la producción ha ocasionado el despido de empleados, el abandono de colmenas, la descapitalización por vender a bajos precios los colmenares, además del desprendimiento de vehículos usados como elementos de trabajo de los productores y su endeudamiento. Se analizaron posibles lugares más favorables donde instalar las colmenas y seguir produciendo en forma rentable y la trashumancia, pero con altos costos y desarraigo de los productores.
Cabe señalar que el problema, en Córdoba, viene repercutiendo en la menor exportación argentina, que el año pasado descendió nueve por ciento (la de Córdoba cerca del 12 por ciento) en un momento de precios internacionales estables de alrededor de tres dólares el kilo. Argentina es uno de los principales exportadores del producto. El mercado está dominado por China, con una miel de calidad inferior. La caída de la actividad de este sector, ocasionada por razones climáticas y cambios generados en la agricultura de la provincia, afecta a varias economías regionales, con un efecto social en las familias de los productores.
Fotografía de archivo bajo licencia de Creative Commons por Merdal