ESCUCHARPor Matías Altamira *
Fue liberado un acusado del delito de grooming o acoso sexual por Internet a un menor de 11 años, luego de pagar una caución de $40.000.
El diario El Ancasti de Catamarca informó que días pasados fue liberado el sujeto de apellido Ridel, de 44 años, quien fue detenido en La Alameda donde había convenido el encuentro con la víctima, sin sospechar que las últimas comunicaciones se intercambiaron con el personal de la Comisaría 5ª que intervino gracias a la denuncia de la madre. La mujer había descubierto en el teléfono celular de su hijo los mensajes en tono erótico y acosador.
La noticia también informa de dos casos catamarqueños más. Uno ocurrido en febrero, en el que se detuvo e imputó a Augusto César Armella (capturado gracias a un eficiente operativo policial cuando pretendía encontrarse en una plaza céntrica con su víctima, una nena de 7 años a quien le llevaba una caja de bombones). El otro caso sucedió en enero e involucra a una nena de 11 años, quien le contó a su mamá que recibía mensajes en WhatsApp por lo que, gracias a la denuncia penal que se formuló, la fiscalía de Instrucción identificó al autor de los mensajes: un joven de 15 años.
En el año 2013, mediante la ley 26904, se incorporó al Código Penal el ciberacoso en el artículo 131, al disponer prisión de 6 meses a 4 años a quien, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contacte a una persona menor de edad con el propósito de cometer cualquier delito contra su integridad sexual.
Esta ley fue criticada por los penalistas por su vaguedad, y en el supuesto que desde la técnica legislativa hubiera sido perfecta nunca habría sido efectiva si, como se informa en estas noticias catamarqueñas, no se hubiera logrado un trabajo conjunto y articulado entre los menores, los padres y la Justicia.
Es por ello que es muy importante exhortar a los padres a que, aun cuando sientan que la tecnología los supera o que jamás podrán entender cómo funciona tal o cual aplicación, juego o sistema de comunicación, tienen que brindar a sus hijos criterios generales de comportamiento. Lograr con sus hijos conversaciones neutras desde el punto de vista tecnológico: que no se relacionen con extraños y punto. Sea Instagram, WhatsApp, Snapchat o el que esté por lanzarse. Con extraños, no.
Periódicamente, ver o preguntar con quién se están comunicando para poder reaccionar, como los padres de las noticias comentadas y realizar las denuncias policiales a tiempo. Así se atrapa a los acosadores antes que sea otro delito.
Los padres no tienen que pretender ser expertos en WhatsApp para educar a sus hijos porque cuando lo logren, ellos habrán migrado a Instagram y la carrera así siempre será en desventaja. Sean curiosos para proteger a sus hijos.
* Abogado, especialista en derecho informático
