ESCUCHAREstos mercados no tradicionales adquirieron un carácter central para nuestro país. Además, la gira abre las puertas a la reflexión respecto a por qué diversificar mercados y exportaciones es decisivo para una inserción integral del país. Por Florencia Rubiolo* y Federico Trebucq**
El pasado viernes, el presidente Mauricio Macri inicio una gira por Asia, en la que durante seis días se llevaron a cabo visitas oficiales a India y Vietnam con el objetivo de activar la agenda de relaciones económicas internacionales.
Uno de los aspectos que resaltan la importancia de la gira es la nutrida comitiva que acompaña al mandatario, entre los que se destacan dirigentes políticos, representantes de grandes empresas y del sector pyme. De acuerdo con datos oficiales, son 120 las empresas que viajaron con la delegación y mantuvieron en agenda cerca de 600 encuentros con contrapartes de esos países asiáticos.
La visita no puede pasar inadvertida dentro de un análisis de la estrategia de inserción internacional. Por un lado, porque refleja el carácter central que adquirieron estos mercados no tradicionales para nuestro país, y -por otro- porque abre las puertas a la reflexión respecto por qué diversificar mercados y exportaciones es decisivo para una inserción integral de Argentina.
Oportunidad para Córdoba
Vietnam e India se posicionan hoy como socios estratégicos comerciales para la Argentina y particularmente para Córdoba. Desde el plano nacional, Vietnam es el quinto destino de las exportaciones e India el séptimo. Para Córdoba, el peso de Vietnam como mercado es aún mayor: en 2017 ocupó el tercer lugar como destino y concentró nueve por ciento de las ventas de la provincia (superado sólo por Brasil y China). India también concentra cada vez mayor atención dado que entre 2013 y 2017 pasó de ser el destino 25° de las ventas provinciales al séptimo. A su vez, la relación comercial reporta un amplio superávit para Argentina, permitiendo balancear en parte el creciente déficit comercial con China que ha llevado al rojo la balanza exterior nacional.
Por su parte, la diversificación de mercados de destino reduce la volatilidad de ingresos por concepto de exportación y disminuye la dependencia sobre un reducido grupo de países, ante un escenario global crecientemente incierto. Cuarenta por ciento de nuestras exportaciones están concentradas en sólo cinco destinos.
Asimismo, el interés del gobierno nacional en la gira también se enfoca en abrir oportunidades a pequeñas y medianas empresas. En este caso el desafío es integrar mayor trabajo y valor agregado local en el mercado asiático.
Actualmente los productos que se exportan hacia estos mercados son principalmente materias primas y derivados agrícolas. Dadas las condiciones internas de ambos países, no es de sorprender que su principal demanda sean commodities agropecuarias. Según datos de la cámara de exportadores, el complejo sojero representa 90% de los productos enviados a India y 52% a Vietnam, que además complementa con casi 40% del complejo maicero.
En este punto nos preguntamos cómo el empresariado argentino puede acceder a esos mercados con productos de mayor valor agregado, considerando que la estructura actual de los intercambios está basada en ventajas comparativas. Quizás la respuesta puede encontrarse por medio del análisis del rol del Estado, tanto en el nivel nacional como en el provincial, y en la cooperación público-privada.
La complementariedad con la estructura productiva argentina es evidente. En este sentido, las acciones desde la política exterior tienen un bajo nivel de impacto, dado que las grandes agroexportadoras, operan de manera independiente.
A pesar de esto, las acciones externas -provinciales y nacionales- tienen un papel central en la definición de nichos de mercado para productos no convencionales en la canasta exportadora, a partir de fomentar el conocimiento profundo de los mercados y sociedades de destino.
A su vez, contribuyen en la identificación de posibilidades de alianzas entre firmas -que permitan vinculaciones más complejas que la venta directa-, y en la construcción de vínculos de confianza a nivel político y en el estímulo a redes permanentes de contacto e intercambio entre actores internos (académicos, científicos, empresariales).
En definitiva, las oportunidades que se abren en estos mercados para pequeñas y medianas empresas encuentran en sectores específicos ligados a specialities y alimentos elaborados, que requieren de importantes esfuerzos y recursos de comercialización. Encontrar esos nichos demanda de una coordinación público-privada para definir políticas de apoyo selectivas y eficientes, tanto en la negociación internacional, como para el fomento a nuevas actividades productivas, así como también una coordinación en las acciones de promoción a fin de evitar superposiciones entre las jurisdicciones nacional y subnacional.
El desarrollo de negocios internacionales requiere un análisis exhaustivo de las oportunidades que se presentan para conocer cuál es el punto de equilibrio entre el voluntarismo local, auspiciado por la dinámica que exhiben los mercados asiáticos y el desarrollo de una verdadera inteligencia competitiva que determine las oportunidades concretas para el éxito exportador.
Conocer las dinámicas de la economía mundial y la estructura de los mercados de destino, deben ser factores indispensables y complementarios a la oferta, que tanto empresas y gobiernos deben tener en cuenta al momento de planificar la estrategia de inserción internacional.
(*) Investigadora Adjunta Conicet / UCC
(**) Presidente de la Fundación CEIC
