Advierten que médicos, arquitectos, abogados y contadores tendrán consecuencias sobre sus actividades cotidianas. Sin llegar al extremo del reemplazo, especialistas coinciden en la necesidad de adaptación y convivencia con las máquinas
La industria del software confía en que 2019 traerá un incremento en los proyectos de inteligencia artificial (IA), automatización, robotización, entre otras herramientas de la llamada industria 4.0, más allá del contexto económico y político que se presente en el país.
Con este panorama, ante vaticinios de que la IA podría traer consigo la desaparición de algunas profesiones, distintos informes muestran lo que está ocurriendo con ellas.
“Cualquier trabajo que sea rutinario o predecible será hecho por un algoritmo matemático en cinco o 10 años más”. La proyección pertenece a John Pugliano, el autor de Vienen los robots: una guía de sobrevivencia humana para ganar dinero en la era de la automatización.
Recientemente, en una entrevista para BBC, el polémico Pugliano dijo que así como en las últimas décadas trabajos realizados por operarios en fábricas fueron desplazados por el avance de la tecnología, ahora viene el reemplazo de los profesionales altamente calificados que hasta ahora no parecían tan amenazados. “No van a desaparecer los médicos o los abogados. Pero una parte de su campo laboral se verá reducida”, apuntó.
En este sentido, Intramed, portal latinoamericano especializado en médicos y salud, acaba de publicar el resultado de una encuesta en el marco del debate en el mundo acerca del futuro de la IA en medicina. Se les pregunta a los galenos “¿Cree usted que los dispositivos de inteligencia artificial podrán reemplazar a los médicos?” Para 89%, no; nueve por ciento dijo que sí y dos por ciento no contestó.
Algunos de los comentarios de los encuestados: “Estoy convencido que nos reemplazarán; no lo veré yo, pero es inevitable el avance de la biotecnología que finalmente junto con la infotecnología ya en etapas bastante avanzadas (Google, Facebook, Microsoft, etcétera) terminará permitiendo el acceso del diagnóstico y tratamiento hasta los rincones más apartados de nuestro cada vez más pequeño mundo”.
Otro de los relevados, opinó: “En referencia al elemento diagnóstico, la integración, análisis e interpretación de datos, es bastante probable que la inteligencia artificial dé un gran gigantesco aporte. Sin embargo, la visión y el arte de la clínica, tal como la conocemos, la da lo humano. En cuanto al tratamiento, no sólo es necesario lo algorítmico de la terapéutica sino también lo cuántico de la relación humana, de la relación solidaria”.
Para varios profesionales de salud, seguramente se trabajará en conjunto profesional e IA.
En cuanto a los abogados que hacen trabajo de escritorio, que procesan documentos y realizan labores rutinarias, verán una disminución de su campo laboral.
En el marco de su libro, Pugliano también se refirió al impacto de la IA en arquitectos y contadores. Sostuvo que, con el avance tecnológico, los arquitectos cada vez serán menos necesarios para diseñar construcciones rutinarias. Los que seguirán en demanda serán aquellos con habilidades artísticas, cuya capacidad creativa no puede ser sustituida por una máquina.
Respecto de los contadores, vaticinó que sobrevivirán en sus puestos aquellos especializados en asuntos tributarios más complejos. Pero aquellos que llevan los asuntos más comunes y predecibles serán afectados por una falta de demanda en el mercado laboral.
Diferencias de género en IA
El Foro Económico Mundial también emitió un reciente informe sobre la evolución de la IA, concretamente sobre la diferencia de género vinculada a la economía digital, a partir de un análisis conjunto con la red social para profesionales LinkedIn.
En el país, son pocas las profesionales en el área de Inteligencia Artificial, lo que genera una brecha de género que ha permanecido como una constante en los últimos años y no presenta indicativos de una tendencia a mejorar en el futuro.
En Argentina, sólo 17% de esos talentos es mujer, lo que muestra una enorme brecha de 66%, bastante por encima del promedio mundial.
En general, la mayoría de las profesionales que cuentan con las habilidades requeridas para trabajar en IA se desempeñan en la industria de Software e IT, en Educación y en Finanzas. Ellas suelen ser sobre todo ingenieras en software, y muy lejos -en segundo y tercero lugares-, profesoras y bibliotecarias, además de cientistas de datos, según la formación que declaran en sus perfiles en LinkedIn.
Nuevas habilidades para convivir con IA
n En un contexto automatizado, en el que la gran mayoría de las profesiones estará cruzada con trabajos con robots e inteligencia artificial, destacarán aquellos profesionales con habilidades para pensar de forma creativa, tomar decisiones efectivas, comunicarse adecuadamente y trabajar en equipo.
n Sobre esto indagó la consultora de Recursos Humanos Adecco a escala global. Noventa y tres por ciento de los encuestados cree que la llegada de esta tecnología multiplicará los retos de los trabajadores en su futuro laboral; el principal será el de la adquisición de “nuevas y distintas habilidades, que serán las que nos permitan evolucionar hacia nuevos tipos de empleos, probablemente mejores, menos rutinarios, menos peligrosos y sí más creativos y más relacionales”. La clave de la adaptación será “aprender a trabajar con las máquinas aumentando el valor que de esa colaboración surge”, añade el estudio.