El fallo destaca que la mujer siempre ejerció su labor en un estudio jurídico y que no demostró que un menor desempeño haya sido consecuencia directa de haberse ocupado de su familia
El Juzgado de Primera Instancia de Familia de Segunda Nominación rechazó un reclamo de compensación económica de la excónyuge al considerar que ésta no logró acreditar de manera cierta y manifiesta el desequilibrio económico que le produjo el divorcio. El tribunal sostuvo que la peticionante tampoco pudo demostrar que su rol durante la vida matrimonial hubiera sido un impedimento para su crecimiento personal y profesional y que ello haya beneficiado al otro cónyuge.
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