El CEPA muestra cómo esos ingresos se mantienen o incluso mejoran con relación a 2001, pero caen respecto a 2015, en función de la cantidad del conjunto de productos que se pueden adquirir
El Centro de Economía Política Argentina (CEPA), entidad que -con cierta inclinación kirchnerista- nace en 2012 con el objeto de trasladar los debates económicos complejos hacia el lenguaje del público general, sin por ello perder “rigurosidad” (tal como reza la presentación en su página web) difundió un trabajo que procura reflejar la pérdida del poder adquisitivo -medido en canastas alimentarias- que tuvieron las jubilaciones, el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) o las ayudas sociales (Plan Trabajar en 2015, Argentina Trabaja y Ellas Hacen en 2015 y 2018) que otorga el Estado desde 2001 a esta parte, haciendo foco en los años 2001, 2015 y 2018. De este modo, asegura que, “mientras que el incremento de la canasta, durante el período fue del 35% en pesos de 2018, el monto de la ayuda social se incrementó solamente 22% medida de la misma manera, lo cual implica una caída sustancial de las ayudas sociales en término de los alimentos considerados”.
Y detalla: “En 2001 se podían adquirir 5,28 canastas con un Plan Trabajar, y en 2018 sólo 4,77 canastas, es decir, hay una disminución de 10%. Este dato contrasta con el 2015 cuando el poder adquisitivo era de 7,27 canastas”.
“En relación con las jubilaciones y salarios mínimos, si bien en dólares se encuentran por encima del valor en 2001, contrastan también con el poder adquisitivo de 2015. Con el salario mínimo se podían adquirir 7,55 canastas en 2001, 15,62 en 2015 y 9,43 en 2018”, agregó el informe del CEPA.
Finalmente, “con la jubilación mínima se podían comprar 5,66 canastas en 2001, 12,01 en 2015 y 8,04 en 2018”, añadió el trabajo. Allí se puede observar también que, si bien durante este año los jubilados pueden hacerse de mayor cantidad de canastas que en 2001, el grupo de alimentos considerados se alejan cuando se toma como referencia el año 2015.
Por ese motivo, el CEPA indica que si -en cambio- se utiliza el año 2015 como punto de referencia, la caída es aún mayor, dado que entonces se podía adquirir 15,62 canastas con el salario mínimo, 12,01 con la jubilación mínima y 7,27 con las ayudas sociales.
Vale aclarar que para realizar el trabajo, el CEPA procedió a hacer la comparación considerando el precio en dólares y en pesos de una canasta básica de alimentos populares (que no es necesariamente la monitoreada por el Indec) en 2001, 2015 y 2018.
“Los resultados obtenidos muestran la alta correlación que existe entre el precio de los alimentos en Argentina y la cotización del dólar, ya que mientras que la inflación de Estados Unidos fue de 40% entre 2001 y 2017, la canasta alimentaria considerada se incrementó en promedio 35%”, concluyó.
Algunos precios en dólares
La leche fresca entera en sachet costaba, según el relevamiento del CEPA, 0,70 centavos de dólar en 2001; US$1,13, en 2015, y US$0,75 ahora.
El kilo de asado costaba US$4,10 en el año 2001; US$5,73, en 2015, y US$4,50, este año.
El kilo de papa, en tanto, costaba US$0,30 en 2001; US$1,43, en 2015, y US$0,82, ahora.