Un brutal experimento psicológico en Nueva York ahora es retratado en la pantalla grande
Trillizos idénticos que fueron separados al nacer para ser sometidos a un atroz experimento científico en los años 60, uno de los cuales terminó suicidándose, al descubrir que era un conejillo de indias.
Ésa es la verdadera historia de los hermanos Robert Shafran, Eddy Galland y David Kellman, reunidos por una serie de coincidencias en 1980, que ahora llega al cine en el documental de Tim Wardle Tres desconocidos idénticos (Three identical strangers).
Parece ficción, pero fue real. Seres que pensaban que crecieron en una burbuja durante 19 años, para luego descubrir -al momento de alcanzar la edad adulta- que no sólo tenían un gemelo, sino dos. Todos iguales como gotas de agua.
Esto le sucedió a Robert, Eddy y David, adoptados en 1961 por diferentes familias judías por medio de la agencia especializada Louise Wise, por instigación del psicoanalista Peter Neubauer del Child Development Center de Nueva York.
El objetivo de Neubauer era descubrir hasta qué punto pesaba la educación y el entorno socioeconómico en la naturaleza de los niños. Así, los padres visitaron mensualmente en consulta al doctor, para estudiar la inteligencia y comportamiento de los niños durante 12 años.
La revelación
Las extrañas coincidencias narradas en el documental -premio del jurado del Sundance- llevaron al encuentro de los tres hermanos: en 1980, su primer día en la universidad, Robert fue recibido con los brazos abiertos por sus compañeros, uno de los cuales, Michael Domitz, había asistido a la escuela con Eddy el año anterior. Lo había confundido con él y allí se descubrió todo.
El joven nunca había estado allí, pero en su primer día toda la gente lo saludaba como si lo conocieran de toda la vida.
Las personas en la universidad no sabían que el era Robert Shafran, creían que era Eddy Galland, un estudiante que el año pasado había dejado esa institución. “Sabía que no volvería a la universidad y, cuando vi a Robert, tuve escalofríos”, recordó Domitz.
El día y el lugar de nacimiento de Eddy y Robert eran idénticos. Ambos fueron adoptados por medio de Louise Wise.
El caso terminó en las portadas de los diarios. Una mamá de Queens se dio cuenta de que su hijo David era el tercer trillizo.
Después de eso, los chicos se convirtieron en famosos: fotografiados por Annie Leibovitz, entrevistados en la televisión, en 1985 hasta tuvieron un pequeño papel en “Buscando a Susan desesperadamente”, un filme con Madonna. Después de la fama obtenida por el caso, los hermanos abrieron un restaurante llamado Triplets (Trillizos), que luego de un año tuvo que cerrar debido a las dificultades para manejarlo por sus personalidades.
No todo lo que brilla es oro
La saga de los tres tomó un giro siniestro cuando los chicos trataron de entender por qué fueron separados en la cuna.
Neubauer había querido colocarlos en familias de diferentes orígenes sociales para luego hacerlos evaluar por sus asistentes sin que los padres adoptivos tuvieran idea de la existencia de los otros hermanos.
Eddy, que sufría de depresión, no soportó la revelación y, a los 33 años, se quitó la vida.
Por su parte, Robert se convirtió en abogado y David, en un consultor de seguros.
Ambos están demandando por daños y perjuicios a la Junta Judía de Servicios de Niños, que deberá hacerse cargo de lo realizado en el centro por Neubauer, quien falleció en 2008, a los 94 años.
La agencia de adopción, en tanto, se defiende ante la demanda y asegura que nunca fue cómplice del estudio. Neubauer tampoco reconoció sus errores y justificó su experimento hasta su muerte.
Para conocer los resultados de la atroz experimentación se deberá esperar hasta 2066, según lo establece la documentación que dejó Neubauer.