La lista de artículos cuyo ingreso en el país está restringido suma unos 500 productos. China compra hoy sólo soja. Una delegación viajará a Pekín a tratar de que vuelva a comprar aceite
Las importaciones de productos chinos vienen cayendo con fuerza debido a la aplicación de restricciones aplicadas por el Gobierno nacional, medidas que habrían desencadenado el conflicto por la venta de aceite al país asiático.
China no ha aplicado aún en forma directa las represalias, pero el solo anuncio motivó una fuerte baja en los envíos, debido a que los exportadores temen una detención de los embarques en puertos chinos. Y en las últimas semanas China dejó de comprar aceite y sólo adquiere soja.
Según cifras oficiales, las restricciones hicieron caer en unos 720 millones de dólares las importaciones de artículos sensibles en 2009. Una parte importante fue para manufacturas industriales chinas, como el calzado deportivo. Los secretarios de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales, Alfredo Chiaradía, y de Industria, Eduardo Bianchi, viajarán la semana próxima a Pekín para negociar el levantamiento de la restricción que impide el ingreso de aceite de soja, uno de los principales productos de exportación argentinos. Ello porque resulta más conveniente para el país la venta de aceite que el commodity agrícola.
Calzado, juguetes, electrónicos, disyuntores, bulones, equipos de aire acondicionado, indumentaria, pisos flotantes, bisagras, ruedas, ventiladores, etc. son los productos que integran la lista de mercaderías con acceso restringido a Argentina. Se suman a ello neumáticos, textiles y cubiertos de acero inoxidable.
El número de bienes cuya importación está restringida o directamente prohibida va desde los 500 hasta varios miles, si se desglosan en forma individual los dintintos productos dentro de un capítulo. Y cubren diversos rubros, no sólo los alimentos.
Barreras variadas
Las medidas aplicadas por la Secretaría de Comercio Interior, que en el caso de Brasil empezaron a ser flexibilizadas por el titular de la repartición Guillermo Moreno, tienen distintas características. El denominador común es que se trata de productos que tienen su contraparte nacional y su ingreso pone en riesgo la producción local.
Algunas de las disposiciones son avaladas por la Organización Mundial de Comercio (OMC), como las licencias no automáticas. Otras son medidas administrativas, como la imposición de nuevos requisitos burocráticos aduaneros, o simplemente verbales, como las que aplica el secretario Guillermo Moreno, quien se reúne com los empresarios y los notifica.
Los países más afectados por estos obstáculos son los principales socios comerciales del país: China, Brasil y la Unión Europea (UE). Este detalle motivó una dura crítica de parte de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba.
Cuando se trata de bienes de consumo, los consumidores y usuarios no los encuentran más en las góndolas, pese a que las cadenas de supermercados pidieron al Gobierno que precisara los productos.
La situación se volvió tensa este año por el aumento del consumo. En 2009, por la crisis, las importaciones cayeron 40 por ciento y este año la merma está llegando a 50 por ciento, según los datos difundidos en los dos últimos meses por el Indec.
También hay insumos industriales demandados por las empresas argentinas que están restringidos: bielas, contrapesos y torres para equipos de bombeo de pozos petrolíferos, chapas de hierro o acero, sistemas de encendido para automóviles, calefactores eléctricos, cierres de cremallera, encendedores para cocina, fibras de poliéster discontinuas, hilados de polipropileno, materias colorantes orgánicas y bombas para líquidos refrigerantes, entre otros. “Hay productos chinos que directamente ya no pueden importarse, como los textiles”, afirma Ernesto Fernández Taboada, director ejecutivo de la Cámara de Comercio, Industria y Producción Argentino-China (Ccipac).
El gigante asiático es el país más golpeado por las barreras al comercio: 97 productos chinos tienen iniciados procesos antidumping.