Ese avance tecnológico tiene la capacidad de emular las diferencias entre las células enfermas
y las sanas. Permite buscar, con una alta capacidad de análisis, compuestos que ataquen
únicamente las células tumorales, sin dañar las saludables
Investigadores cordobeses han creado una plataforma de búsqueda de drogas selectivas. El desarrollo tecnológico permite buscar, con una alta capacidad de análisis, compuestos activos selectivos con un blanco preciso: atacar únicamente las células tumorales, sin dañar las saludables. Ya llevan identificados 23 compuestos citotóxicos provenientes de las plantas nativas de Córdoba y de la farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK). Es la por primera vez que una farmacéutica internacional comparte su banco de drogas con una institución académica.
Así lo informó ayer la Agencia UNCiencia de la Casa de Trejo. El trabajo se realiza en el Laboratorio de Letalidad Sintética de la universidad, en coordinación con el Instituto Leloir, y apunta al desarrollo de fármacos contra el cáncer de mama y ovario.
La mayoría de las drogas antitumorales que se utilizan actualmente en los tratamientos oncológicos presentan una desventaja: atacan y destruyen las células enfermas, pero también las sanas. Un “efecto adverso” que puede conducir a la muerte acelerada, en lugar de la curación. Por eso, uno de los principales desafíos en la lucha contra el cáncer es el desarrollo de fármacos con toxicidad selectiva, es decir, que sean capaces de matar las células tumorales, sin dañar las saludables.
Con ese objetivo, un equipo científico de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC desarrolló una plataforma de búsqueda de drogas para combatir el cáncer, en un formato miniaturizado de alto rendimiento. El trabajo es llevado a cabo en el único laboratorio del país con capacidad para realizar screenings de alto rendimiento.
La plataforma desarrollada tiene la capacidad de emular las diferencias entre las células normales y tumorales para encontrar compuestos activos con toxicidad selectiva. “Intentamos afinar el blanco de ataque: descubrir compuestos que tengan el mínimo impacto sobre las células normales, dirigiendo su acción destructiva únicamente sobre las dañadas”, explica Gastón Soria, investigador de la UNC y del Conicet. La plataforma lleva operativa más de un año y, hasta el momento, hallaron 23 compuestos con un muy elevado nivel de citotoxicidad. “De ellos, tres provienen de plantas nativas de Córdoba y los 20 restantes de la farmacéutica GlaxoSmithKline. Esos activos fueron identificados luego de procesar 25.000 muestras”, contó Soria a Comercio y Justicia. En ellos se detectó una veintena de “buenos candidatos” que podrían sentar las bases para desarrollar fármacos selectivos, agregó el investigador.
“Es la primera vez que una farmacéutica internacional como GSK comparte su propia biblioteca de compuestos con una institución académica”, destaca el científico. El trabajo implicó la firma de un convenio sin precedentes con la gigante británica de productos farmacéuticos, que puso a disposición del equipo de la UNC 14.000 compuestos, una verdadera “Biblioteca de Alejandría”.
Otra parte del material analizado tiene su origen en la librería de extractos y productos naturales purificados de las plantas autóctonas de las sierras cordobesas y, en menor proporción, de otras regiones del país. Ya llevan examinadas más de 200 especies locales. Para ello, trabajan en colaboración con varios grupos de químicos y botánicos de las universidades Nacional de Córdoba y Católica de Córdoba. Soria remarca la enorme riqueza que posee la flora: una sola planta puede reunir miles de compuestos activos, proveyendo de un formidable insumo de análisis.
La plataforma desarrollada va en sintonía con los enfoques actuales contra el cáncer, que buscan ofrecer terapias individualizadas y altamente selectivas. “El objetivo es ser lo más precisos posible al realizar una terapia, a fin de que ésta no resulte tóxica para el paciente. Es decir, que cure el cáncer sin deteriorar la calidad de vida, evitando las típicas reacciones adversas de la quimio y radioterapia”.
Entre los objetivos próximos, enumeró: “Estamos buscando nuevas drogas que tengan actividad selectiva, como así también está en el horizonte adaptar la plataforma a otro tipo de género para otros tipos de tumores, como puede ser el de colon. También estamos buscando nuevos financiamientos ya que en agosto concluye el que venimos teniendo. Estamos buscando acuerdos con empresas y/o institutos, relacionados a la temática”.
El diseño de la plataforma de descubrimiento de fármacos de toxicidad selectiva en oncología obtuvo el Premio UNC Innova edición 2017, en la categoría Investigación Aplicada. Esta tecnología forma parte de un proyecto más amplio, en el que participa un consorcio
multidisciplinario de 14 grupos de investigación, con el cual se obtuvo un subsidio de un millón de dólares, financiados por GSK y el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación en 2015.Los autores de la plataforma son Sofía Carbajosa, María Florencia Pansa, José Luis Bocco y Gastón Soria.