El aumento de la volatilidad, los eventos climáticos sin precedentes, los crecientes niveles de automatización y la presión pública por la transparencia están abriendo el camino para que las empresas asuman el desafío del liderazgo en sostenibilidad.
La red de liderazgo de la Universidad de Cambridge (CISL) identificó ocho tendencias de sostenibilidad que definirán el 2018. Según el informe de tendencias de sostenibilidad, los cambios como el aumento de la volatilidad, los eventos climáticos sin precedentes, los crecientes niveles de automatización y la presión pública por la transparencia están abriendo el camino para que las empresas asuman el desafío del liderazgo en sostenibilidad.
En este marco, Lindsay Hooper, directora Ejecutiva de Educación de CISL dijo: “Estas tendencias demuestran los amplios riesgos y oportunidades que enfrentan las empresas hoy en día. Para las empresas que desean prosperar en este contexto en rápido cambio, existe un consenso cada vez mayor de que los negocios como de costumbre ya no son suficientes. Para tener éxito, las empresas necesitan más que adaptarse a su contexto cambiante. Deben dar forma y liderar el cambio hacia una economía sostenible”.
Las siguientes tendencias fueron identificadas por 40 directores de CISL, asociados senior y representantes, respaldados por una encuesta de la Red CISL más amplia, una Red global de 8 mil profesionales líderes que representan a todas las industrias en todos los continentes.
Lo que viene
La volatilidad es la nueva norma: de las tecnologías disruptivas a la incertidumbre política, el futuro es caótico y está aquí para quedarse.
Sostenibilidad para dar forma a la empresa: la creciente conciencia pública de los problemas de sustentabilidad y las brechas de liderazgo político abrirán cada vez más el camino para que las empresas asuman el desafío del liderazgo sostenible y lideren, se adapten o fallen.
Pérdidas y daños permanentes por condiciones climáticas extremas: después de los eventos climáticos sin precedentes de 2017, las ciudades, países y pueblos vulnerables enfrentarán eventos climáticos más extremos y perturbadores, con el potencial de afectar los negocios a través de la cadena de valor y los activos desamparados, y contribuir a disturbios.
Humano versus máquina: los niveles crecientes de automatización no sólo comenzarán a transformar el futuro de los negocios sino también el futuro del trabajo.
El final de una era para los plásticos: el envasado se convertirá en un campo de batalla clave para abordar los impactos ambientales de las empresas en los océanos, la tierra y el aire.
Un año decisivo para la transparencia: anticipándose a las recomendaciones para informar los riesgos financieros relacionados con el clima del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD), empresas como ExxonMobil han enfrentado presiones de los inversionistas y del público para mejorar voluntariamente la divulgación de riesgos. Esto podría disparar el arma para una mayor transparencia en otras partes de los negocios, tales como el pago de ejecutivos, la igualdad de género y los acuerdos fiscales.
La vida después del carbón: la revolución energética está alcanzando su clímax ya que el cambio a fuentes renovables y electricidad es imparable.