Aplicó una reducción de otros 75 puntos básicos. Desde el pasado día 9 la contracción alcanza 150 puntos. Tal como había adelantado el lunes el presidente del Central, Federico Sturzenegger, la decisión parte de la modificación de la meta inflacionaria prevista para este año, ahora en 15%
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) confirmó ayer la tendencia bajista de la tasa de interés que adelantó el lunes su titular, Federico Sturzenegger, al reducirla en 75 puntos básicos, hasta 27,25%, con la que desde el día 9 pasado a la fecha la contracción suma 150 puntos básicos.
El lunes, en la presentación del Informe Monetario de enero, Sturzenegger dijo que existía margen para un “aflojamiento” de la política monetaria, sobre todo después de la modificación de las metas de inflación para 2018, anunciadas el 28 de diciembre, desde un tope de 12% a 15%.
En la fundamentación de la medida adoptada, el Central dijo que la variación de precios (el IPC) en diciembre fue de 3,1% para el nivel general y 1,7% para el componente núcleo. “Como se preveía en el comunicado del 9 de enero, se reflejó el fuerte aumento de precios regulados (en especial, gas y electricidad) y cierta incidencia directa de esos precios en la inflación núcleo. Con estos resultados, en 2017 la inflación nivel general alcanzó 24,8%”, dijo un comunicado del BCRA difundido ayer.
En cuanto a su descomposición regional, la inflación de diciembre se ubicó entre 2,2% en la región Noreste y 3,4% en el Gran Buenos Aires.
En las últimas dos semanas, también se conocieron los datos de inflación de diciembre correspondientes al Sistema de Precios Mayoristas: éstos se ubicaron entre 1,6% y 1,8% respecto al mes previo, mientras que los incrementos interanuales se ubicaron en un rango que va de 17,9% para el Índice de Precios Básicos del Productor (IPP) a 18,8% para el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM).
En este contexto, el ente monetario admitió que “si bien la inflación minorista de 2017 se redujo en casi 12 puntos porcentuales frente a la de 2016, la desinflación no fue tan rápida” como la por él buscada.
Al igual que hizo Sturzenegger en la rueda de prensa del lunes, el comunicado de ayer insistió en que “como ya se comentara en oportunidades anteriores, tanto una relajación prematura de la política monetaria entre octubre de 2016 y marzo de 2017 como el aumento de precios regulados por encima de lo estimado por el BCRA explican centralmente el desvío respecto de la meta intermedia de 2017”.
En su favor, el comunicado alega que “la política monetaria incrementó significativamente su sesgo contractivo a partir del segundo trimestre del año pasado, a través tanto de subas de la tasa de política monetaria como de la operatoria en el mercado secundario de Lebac”.
Esto, a juicio del Banco Central, fue lo que permitió que “a partir de mayo de 2017, la economía retomase el ritmo de reducción de la inflación núcleo previsto en el Informe de Política Monetaria de enero de 2017, quebrando en la segunda mitad del año la persistencia que traía desde 2016”.
Con toda esta información disponible, el BCRA decidió reducir su tasa de política monetaria, el centro del corredor de pases a siete días, en 75 puntos básicos hasta 27,25%.
“El Banco Central será cauteloso en la adecuación de la política monetaria al nuevo sendero de desinflación, siempre buscando que la evolución de la desinflación sea compatible con la trayectoria buscada”, subrayó el comunicado de prensa.
Luego ratificó que “el Banco Central conducirá su política monetaria para alcanzar su meta intermedia de 15% en 2018”.
En explicaciones sobre lo ocurrido el año pasado, la autoridad monetaria dijo también que, al haberse partido de un nivel de inflación más alto que el esperado por el desvío acumulado en la primera parte del año, la tasa de inflación quedó por encima de la meta de inflación intermedia fijada para 2017.
Al referirse a la perspectiva respecto del presente año, señaló que “la continuación del ritmo de desinflación de cara a 2018 se ve beneficiada por condiciones iniciales más favorables que las de 2017. El sesgo contractivo de la política monetaria es mayor con una tasa de interés real muy superior a la de inicios de 2017”.