La canasta básica alimentaria que releva de manera mensual el Centro de Almaceneros y Autoservicios de la ciudad de Córdoba mostró en diciembre una suba de 2,42 por ciento y acumuló en 2017 un aumento de 23,66 por ciento.
En tanto, la canasta total, que incluye bienes y servicios, se incrementó en el último mes del año 1,93 por ciento y 22,8 por ciento en 12 meses.
De esta forma, para no ser pobre, una familia necesitó ingresos por 17.665,5 pesos, en tanto que el límite de la indigencia se situó en 10.023,1 pesos mensuales.
En el caso de un adulto, los montos necesarios para no caer en la pobreza y la indigencia fueron de 5.717 y 3.243,7 pesos, respectivamente.
En cuanto a las ventas, en diciembre subieron 1,05 por ciento y cerraron el año con un repunte de 0,82 por ciento.
Por lo demás, siguió en aumento la incidencia del fiado sobre las ventas totales: alcanzó 26 por ciento al cierre del año.
En cuanto a la calidad de la canasta, no hubo cambio de tendencia.
El deterioro respecto al tipo de productos consumidos se mantuvo. Así, crecieron las ventas de panificados de bajo valor y de productos a base de leche pero cayeron las leches fluidas y los yogures.
Lo mismo ocurrió con las carnes. Siguió en baja el consumo de carne vacuna y de pescado, mientras que subieron las de pollo y -levemente- la de cerdo.
“Fue un año apenas discreto porque si bien mejoraron apenas las ventas, fueron en comparación a un 2016 decididamente malo”, recordó a Comercio y Justicia la gerente Comercial de la entidad, Vanesa Ruiz.