Por Sergio Castelli* y Tobías Larregui **
El envejecimiento es un proceso biológico a los cuales se enfrentan, insoslayablemente, todas las personas; no obstante, la actitud para sobrellevar este acontecimiento -en muchos casos, traumático- difiere en cada individuo.
Desde la segunda mitad del siglo XX, la demanda de tratamientos de belleza y cirugías para retardar o disminuir los efectos del envejecimiento han desarrollado un incremento exponencial, guiados por conceptos negativos de la misma o estereotipos que vanaglorian la ilusión de la eterna juventud.
No obstante, hoy la lucha se traslada a los estrados judiciales, desde posiciones enfrentadas en torno al derecho de propiedad industrial de patente de una crema antienvejecimiento, con propiedades que permiten una elasticidad en la piel del rostro, conocida como Easeamine.
Lo curioso del tema consiste en las partes en conflicto, ya que por un lado tenemos a un ex monje de una congregación religiosa conocida como Carmelitas Teresianos, Dennis Wyrzykowski, quien ha sabido crear la firma Laboratorios Carmel, dedicada a la investigación y producción de productos medicinales y estéticos. Por otro lado, tenemos a uno de los líderes mundiales en productos estéticos, como es L´Oreal.
El ex monje ha llevado su presentación ante una Corte Federal de Estados Unidos, reclamando la violación de su derecho industrial por su licencia exclusiva de patente de crema estética, la cual se encuentra siendo comercializada sin derecho por L’Oreal. Recordamos que el registro de una patente, como invento o descubrimiento, otorga derechos exclusivos para su titular por un plazo que suele ser de 20 años en las legislaciones de cada Estado, límite en el cual la patente ingresa al dominio público.
Lo cierto es que Laboratorios Carmel, licenciataria para comercializar la crema mencionada objeto de protección de patente desarrollada por la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts, luego de dos años de reclamos extrajudiciales ante esa firma francesa, ha tomado la decisión de iniciar las acciones legales correspondientes, demanda que L’Oreal solicita sea desestimada por carecer de fundamento legal.
El principal argumento defensivo por parte de L’Oreal consiste en que el componente activo conocido como adenosina, que utiliza para el desarrollo de sus cremas, es empleado para fines diferentes a los expresados en la patente desarrollada por la Universidad de Massachusetts, por lo cual no puede ser monopolizada fuera de la especialidad misma.
No sólo nos encontramos con una nueva disputa del pequeño contra el gigante, sino también enfrenta dos realidades diferentes, como lo es la beneficencia y la filantropía contra el ánimo de lucro. Parafraseando a Dennis Wyrzykowski, L’Oreal se encuentra usufructuando ganancias que deberían ser dirigidas a los pobres, ya que los ingresos obtenidos por Laboratorios Carmel son utilizados para financiar programas de educación para jóvenes sin recursos, así como para asistencia a presos y toxicómanos.
* Agente de la propiedad industrial ** Abogado