ESCUCHAREl consumo no repunta y sigue con números muy por debajo del mismo período del año pasado. En tanto, la energía duplicó su incidencia sobre la facturación total
“En abril tuvimos merma de unidades vendidas. Fue muy muy bravo y lo que va de mayo también está bravo. Vamos a rondar 8% abajo en términos de ventas en unidades”, reveló Benjamín Blanch, titular de la cadena de supermercados Buenos Días y vicepresidente de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba.
Se trata de uno de los rubros del comercio que más sufre la retracción del consumo, agravado en el caso de las grandes superficies por las últimas alzas de tarifas en los servicios públicos, que en algunos casos tornan imposible el giro comercial de los negocios.
“Hasta el momento, entre los socios de la Cámara de Supermercados no ha habido cierres. Pero si esto sigue así, con ventas muy ‘planchadas’ y gastos en suba, hay sucursales de empresas cordobesas que van a tener que cerrar porque no se puede estar explotándolas a pérdida”, anticipa lúgubre el empresario.
Los supermercadistas se reunieron el jueves pasado con el nuevo presidente de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), Luis Giovine, quien estuvo acompañado por el ministro de Industria y Comercio, Roberto Avalle, y el secretario de Comercio, Víctor Lutri, para reclamar “algún gesto” de la Provincia que alivie la situación de las grandes tiendas que “no tienen cómo enfrentar las subas en los costos de energía”, según los delegados del sector.
“No hubo soluciones. Fueron muy amables, nos explicaron los gastos de la empresa pero no nos dieron ninguna solución”, se lamentó Blanch al término del encuentro. “Nosotros no podemos hacer nada, no podemos bajar las luces porque no vendemos y no podemos apagar las heladeras porque cortamos la cadena de frío de los productos. No tenemos ‘otra’ que pagar las boletas, que para pequeñas superficies, para supermercados de barrio de 8 ó 10 metros de frente, equivalen a facturas de 50 mil pesos mensuales”, precisa el dirigente.
Los supermercadistas ya habían advertido de que la factura de energía se incrementó 74% en el último año y 200% en los últimos dos. En la reunión con los directivos de EPEC aportaron otro número: el costo eléctrico pasó de representar 0,8% de la facturación a 1,5%. Casi se duplicó.
A su vez, los precios “no se pueden tocar porque están en relación al mercado: uno no vende a lo que necesita vender sino a lo que puede vender”, agrega Blanch, para quien las cifras difundidas a fines de la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) relativas a ventas brutas de los supermercados en el país y en la región cordobesa “son presentadas como algo positivo, optimista, cuando en realidad son pesimistas. Veintitrés por ciento interanual no habla de mejora sino de que seguimos abajo de la inflación”, asegura.
“No sólo la inflación es mayor sino que el alza de los gastos es muchísimo mayor. En abril pagamos facturas de energía con aumentos grandísimos y no hay alternativas. De todos modos, lo importante para nosotros es que no caigan las unidades vendidas y es allí donde está la clave del futuro de esta actividad”, afirma el dirigente sectorial, quien descarta por el momento despidos en su sector.
Lo cierto es que la suba de costos se mantendrá, incluido el eléctrico, porque este mes se aplicará 6,5% como tercer escalón del 29% aprobado el año pasado, y luego habrá ajustes trimestrales, según lo ratificó el propio presidente de EPEC a la prensa.
Blanch alertó luego de la reunión con el titular de EPEC y otros funcionarios sobre que “lo que debe quedar en claro es que esta situación, sumada al contexto económico y de actividad en baja, lo que genera es un riesgo de las fuentes laborales. Están arriesgando puestos de trabajo, en un supermercado, en un almacén de barrio; es el sustento de una familia”, remarcó el dirigente.
De todos modos, “no es nuestro estilo ajustar sobre el personal”, afirma. Recordemos que la actividad tiene cerrado el acuerdo paritario desde abril, cuando las patronales nacionales firmaron con la Federación de Empleados de Comercio una actualización de salarios de 20% en dos tramos de 10%, con cláusula “gatillo” si la inflación supera ese índice.
Consumo “planchado”
La caída de ventas en unidades en los súper cordobeses puede rondar 8% en mayo si no cambia la tendencia. Las consultoras privadas ya miden una migración del consumo hacia el segmento del comercio mayorista.
Costos “en el horno”
La energía eléctrica trepó 60% y el gas lo hará 300% para la temporada invernal. Los alquileres no bajan de un ajuste de 40% interanual. La mano de obra es lo que menos aumenta: 20% -más “gatillo”-.
