Una investigación realizada por el Instituto Argentino de Secretarias Ejecutivas (Iase) refleja que 64 por ciento de ellas toma decisiones ejecutivas, casi la mitad recibe capacitación y 59 por ciento siente orgullo de ser secretaria y planea hacer carrera en la función. Los salarios de la mayor parte (70 por ciento) se encuentran en la franja que va de los 2 mil a los 4 mil pesos; 12 por ciento cobra por encima de esa cifra.
Cristina Girado, directora del Iase y responsable del estudio, señala varios factores como causantes de esta tendencia: negocios globales que imponen ausencias de los ejecutivos, trabajo en equipo muchas veces coordinado por la asistente y redes complejas de relaciones interpersonales que ella administra.
En este contexto, las secretarias tienen que ser ejecutivas no sólo para asistir a su jefe sino para saber qué hacer en su ausencia. Para la especialista, la evolución en el perfil de las secretarias se relaciona con las distintas generaciones de jefes que coexisten en las empresas. “Los que son más conservadores demandan los roles tradicionales, mientras que los ejecutivos jóvenes, de 30 años o menos, necesitan una asistente que pueda liderar un proyecto o coordinar equipos”, completó.