Todavía unas dos mil millones de personas viven con poco más de tres dólares por día, que es la línea de pobreza de los países en desarrollo. Objetivos para 2017: crecimiento, capital humano, infraestructura
El Banco Mundial (BM) destacó en un resumen anual sobre 2016 doce áreas temáticas con estadísticas que detallan los desafíos y avances logrados durante el año pasado en los ámbitos económico y social, en los países asociados a él.
Se trata de un punto de referencia muy sólido a la hora de pensar el cierre de la etapa, el inicio del nuevo año y para evaluar “el estado del mundo” en esa bisagra temporal. Junto con el Fondo Monetario Internacional (FMI), son los dos organismos de escala global con las estadísticas más confiables, cada una de ellas con su perfil.
En primer lugar, el informe anual del BM refleja el notable aumento del número de refugiados en el mundo. A principios del año pasado, 65 millones de personas se habían visto forzadas a desplazarse de sus hogares –cinco millones más que en 2015–, de las cuales 21 millones fueron clasificadas como refugiados.
En el año también se registró el crecimiento más débil del comercio global desde el estallido de la crisis financiera, en 2008. Los volúmenes de esas transacciones se estancaron durante la mayor parte del año debido principalmente a una baja en las corrientes de inversiones entre los países. Tradicionalmente, las potencias del Hemisferio Norte derivan parte de sus excedentes económicos a los emergentes del sur, aunque durante el año pasado un fuerte proteccionismo predominó entre los primeros.
Un dato que refleja el signo de la época es el acceso a teléfonos móviles por parte de la población. Se produjo un importante aumento, tanto en países de ingresos medios como bajos, incluso más que el número de personas con acceso a energía eléctrica y agua corriente.
Otros beneficios de la revolución digital aún no se han extendido como se anticipaba, apuntó el BM en su informe anual, y puso como ejemplos una mayor productividad en las empresas, más oportunidades para los pobres y la clase media, además de gobiernos y empresas más responsables, con servicios más eficientes. Otro aspecto de la publicación actualiza el debate sobre el envejecimiento de la población, buscando responder a la pregunta de si todavía se puede decir que el mayor porcentaje de población mundial corresponde a jóvenes.
Según las cifras de la entidad, durante 2016 una tercera parte de los habitantes del planeta era menor de 20 años. El mayor porcentaje se concentra en África, donde más de 50% se encuentra en ese grupo etario.
En América Latina esa cifra ronda entre 30% y 40% de la población.
En materia demográfica, los datos del organismo advierten de que el mundo se encuentra en un momento crucial de transición que afectará el desarrollo de los países. En esa línea, precisa que se necesitarán 600 millones de nuevos puestos de trabajo en los próximos diez años para abastecer la demanda que se generará cuando mil millones de jóvenes ingresen al mercado laboral, de los cuales sólo 40% podrá conseguir empleo, relegando al resto al desempleo, la pobreza o la exclusión.
Se trata éste del punto nodal sobre el cual pone foco la entidad en su labor cotidiana. La misión del Grupo BM está tallada en piedra en su sede central en Washington, y dice: “Nuestro sueño es un mundo sin pobreza”. Este objetivo orienta todos los estudios y las actividades de la entidad en los 145 países miembros, finalidad que se ha visto reforzada por los objetivos de poner fin a la pobreza extrema en el curso de una generación y fomentar el desarrollo equilibrado y sostenible en el planeta.
Los avances logrados en la reducción de la pobreza han sido notables en las últimas décadas. El mundo cumplió la meta del primer objetivo de desarrollo del milenio: disminuir a la mitad para 2015 la tasa de pobreza registrada en 1990: lo logró en 2010, cinco años antes del plazo previsto. Pero pese a este logro, la cantidad de personas que viven en condiciones de pobreza extrema en el mundo sigue siendo inaceptablemente alta. Aún 12% de la población mundial vive con menos de dos dólares al día – casi 900 millones de personas-. En total, más de 2.000 millones de personas sobreviven con menos de US$3,10 al día, que es la línea de pobreza promedio de los países en desarrollo y otro indicador común de profundas carencias.
Por esto, el BM mantiene hoy los objetivos de reducir a 3% para 2030 la proporción de la población mundial que vive en la pobreza extrema, e impulsar la prosperidad compartida -es decir, incrementar los ingresos del 40 % más pobre de la población-. Ambos objetivos deben cumplirse de un modo sostenible, precisa la entidad.
En suma, son siete los capítulos principales que orientarán la acción del BM durante 2017:
– Promover el crecimiento económico inclusivo y equitativo.
– Mejorar la calidad de la infraestructura mediante asociaciones público-privadas.
– Garantizar la sotenibilidad de los principales factores que impulsan el desarrollo.
– Ayudar a los países a adaptarse a un clima cambiante.
– Promover las oportunidades por medio de inversiones en capital humano.
– Cerrar la brecha de género para aumentar las oportunidades económicas.
– Hacer frente a causas y consecuencias de los conflictos y la fragilidad.