Dos casas de altos estudios comenzaron a inyectar energía proveniente de generadores fotovoltaicos a su red interna. Monitorean y aportan datos para la futura reglamentación de la ley que busca ingresar excedentes producidos por un particular, institución o empresa
Con un generador fotovoltaico, la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) comenzó este mes a inyectar energía eléctrica a la red interna de su Departamento de Ingeniería Eléctrica. De esta manera conformó un laboratorio solar real de monitoreo y estudio de la generación distribuida conectadas a la red convencional.
Cabe señalar que la energía fotovoltaica consiste en generar electricidad a partir de paneles que absorben la radiación solar y luego transforman en energía.
Según confirmó a Comercio y Justicia el director del Grupo de Estudio sobre Energía (GESE-UTN), Mario Bartolomeo, la iniciativa se ubica a la vanguardia en la ciudad de Córdoba en el desarrollo de conocimiento en la generación de energías renovables destinadas al consumo eléctrico. Agregó que con esta experiencia están aportando a la reglamentación de la Ley de Generación Distribuida, que en un futuro próximo promulgará la Provincia.
Cabe recordar que a nivel normativo se busca ingresar a la red eléctrica los excedentes producidos por un particular con mejores precios para ese tipo de producción energía. Sin embargo, el costo de los equipos hace que el uso particular de esta tecnología no se expanda, por lo que requiere incentivos para poder despertar aun más el interés en la generación distribuida. Además, apunta a que las empresas o instituciones que superen 300 kW de consumo deberán generar ocho por ciento de éste. La metodología que se pretende instaurar ya funciona en países europeos pero aún no tiene avances en la región.
“La energía del generador fotovoltaico que pusimos en marcha en la UTN va al consumo del laboratorio. En esta primera etapa, estamos haciendo mediciones. Por ejemplo, entre las 11 y las 12 del mediodía se ha generado aproximadamente 1.400 vatios/hora”, describió Bartolomeo.
En Argentina sólo tres provincias, -Santa Fe, Salta y Mendoza- cuentan con un marco regulatorio para que usuarios residenciales, comerciales e industriales puedan inyectar energía limpia a la red, por medio de fuentes renovables, a cambio de un resarcimiento en la boleta eléctrica. Para la puesta en marcha, los especialistas recalcan que se necesitan ajustes de los distribuidores en las líneas eléctricas vigentes.
Además de la UTN, la Universidad Católica de Córdoba (UCC) también puso en marcha una planta piloto de generación distribuida para autoconsumo. Ambas casas de altos estudios integran, con otros actores, el Consejo Asesor de Políticas Energéticas de Córdoba (Capec).
Caso testigo – Smart city málaga en españa
El proyecto Smart City Málaga representa, desde 2009, una de las mayores iniciativas europeas de ciudad ecoeficiente. El concepto smart city busca orientar la vida en las ciudades hacia la sostenibilidad.
En el caso de Málaga (España), se trabaja sobre el concepto smart grid, que son redes de distribución eléctrica combinadas con tecnologías de información y que ofrecen datos tanto a las empresas distribuidoras de electricidad como a los consumidores. Por tanto, el objetivo es aumentar la eficiencia energética, el aprovechamiento de las fuentes renovables y la reducción de las emisiones de CO2.