La Cámara Federal de la Seguridad Social estimó que el estado de salud de la actora refleja una situación de desventaja. Desestimó el informe y concluyó que está incapacitada para insertarse eficazmente en el sistema de trabajo actual
La Cámara Federal de la Seguridad Social dejó sin efecto un dictamen médico y le otorgó el retiro a una mujer que padece varias enfermedades que la incapacitan para “desempeñarse eficazmente en el sistema de trabajo actual”.
En el proceso que F. M. E. inició contra la Anses, por invalidez, la acora interpuso un recurso de apelación en contra del dictamen de la Comisión Médica Central, que estimó que su incapacidad no alcanzaba los valores previstos en el artículo 48 de la ley 24241.
Según el informe de los galenos, la mujer padece de poliquistosis renal bilateral con insuficiencia renal leve, incapacidad visual en ambos ojos y hipertensión arterial estadio II.
Total obrera
Los profesionales consignaron que esas patologías, sumadas a los factores complementarios, implican un grado de incapacidad correspondiente a 38,44% de la total obrera. En tanto, teniendo en cuenta que la reclamante es remisera, aclararon que su capacidad visual se encuentra supeditada a la evaluación de la autoridad pertinente, a la hora de otrogarle la habilitación y registro de coindicir.
Siguiendo la doctrina sentada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el tribunal expresó que el estado de salud descripto por la junta plasmó una situación de desventaja de la accionante para insertarse en el mercado de trabajo, dado que las limitaciones señaladas en el informe –particularmente, el cuadro de hipertensión arterial y el deterioro de la función renal- tienen peso para demostrar que su reinserción laboral es improbable, máxime si se tiene en cuenta que está por cumplir 60 años de edad.
“El esfuerzo físico que demandaba el tipo de trabajo en el que habitualmente se desempeñaba constituye un obstáculo para continuar en ese medio laboral, que exige cada día mayor capacitación”, aseguró la Cámara, que concluyó que F.M. está “en situación de desventaja frente a quienes gozan de salud y menor edad”.
Así, al concluir que la demandante está incapacitada para insertarse eficazmente en el sistema de trabajo actual, dejó sin efecto el dictamen médico.