Los trabajadores se quejan por la disposición de las autoridades de modificar el régimen horario y disponer turnos rotativos. Aseguran que las modificaciones ponen en riesgo la salud de los empleados de los cuerpos operativos
Los trabajadores de la Policía Judicial se reunirán mañana con el fiscal General de la Provincia, Alejandro Moyano, en un intento por acercar posiciones respecto de la modificación de las condiciones laborales del sector.
Concretamente, los empleados reclaman que no se modifique el sistema laboral vigente por medio del cual los cuerpos operativos realizan guardias de 24 horas y luego descansan 48 horas. En rigor, la modalidad está siendo reemplazada por los nuevos empleados que prestan servicio de ocho horas en turnos rotativos, lo cual es resistido por el resto del personal, por considerar que afecta la salud de los trabajadores.
Después de algunas asambleas, que incluyeron cortes de calles y ante la falta de respuesta, la Asociación de Empleados del Poder Judicial (AGEPJ) pidió una audiencia con el jefe de fiscales, que se concretará mañana a las 9 de la mañana. Adrián Valán, secretario Gremial de los judiciales, remarcó a Comercio y Justicia que aún no entienden por qué se pretende cambiar un sistema laboral que “ha dado muy bueno resultados a lo largo de los años, tanto para la ciudadanía -en cuanto a prestación de servicio- como para la salud de los empleados”.
Valán advierte que la modalidad que se está intentando aplicar tiene como consecuencia la renuncia de los empleados que “no pueden soportar tales condiciones laborales”.
“Lo peor de todo es que nadie sabe justificar por qué la necesidad de este cambio”.
El gremialista recordó que los integrantes de la Policía Judicial no tienen apoyo psicológico después de una hecho traumático y, aunque la Facultad de Psicología de la UNC y el Ministerio de Trabajo declararon insalubre la tarea que realizan, el Tribunal Superior de Justicia se niega a reconocerlo como tal.
Por otra parte, Valán adelantó que, de no llegar a un acuerdo, el conflicto “será grande”.
“Está en riesgo la salud de los compañeros y los trabajadores se van a salir a defender “, remarcó.
“Están cambiando un sistema de trabajo que funciona bien (las guardias) por un horario caprichoso que contribuye al desgaste físico y emocional”, concluyó.