Anticipan que, en general, el público consumidor de juguetes tratará de adquirir aquellos más económicos, lo que podría generar que el ticket promedio sea de $200/$300
A pocas semanas de celebrarse el Día del Niño, una de las fechas comerciales más importantes del año junto a Navidad, se estima un incremento de entre 20% a 30% en la facturación.
Así lo anticiparon fuentes de la Asociación de Empresas de Juguetes y Afines (AADEJA), que confirmaron que se preparan para vender 10% más de unidades que en 2015.
En este marco, la entidad asume que, en general, el público consumidor de juguetes tratará de adquirir aquellos más económicos, lo que podría generar que el ticket promedio sea de $200/$300. Vale destacar que el ticket promedio de 2015 para la misma ocasión fue de $400.
Desde inicios del año, los empresarios del sector apostaron al compromiso de no subir los precios hasta fines de agosto (o afectarlos muy levemente) pero estiman que, a pesar de ello, la recesión general podría igualmente afectarlos, más allá de sus expectativas, cautelosamente positivas.
“Los precios del sector han subido alrededor de 15% promedio, muy por debajo de otros rubros”, reveló Carlos Restaino, director Ejecutivo de AADEJA, entidad que representa a casi 80% de los comerciantes jugueteros.
Más variedad
A diferencia de la temporada pasada, los consumidores encontrarán en las jugueterías una mayor variedad.
Ello se debe a la apertura de las importaciones que permitió un mayor ingreso de productos de otros países, especialmente de China, nutriendo los comercios y góndolas o sectores exclusivos de productos diversos en cuanto a propuesta y precio.
El incremento en el ingreso de productos extranjeros también repercutió en la modernización de los nacionales. En este aspecto, las jugueterías incorporaron nuevos conceptos interactivos y electrónicos.
Esto fue posible por la importación de partes tecnológicas que necesita el juguete. Por ejemplo, el chip que llevan algunos productos tiene un costo inviable para la producción nacional: lo más común es que esa aparatología se importe y se incorpore a un juguete nacional.
Entre las tendencias de consumo, en los últimos años ha variado la edad de los consumidores: los niños usan juguetes hasta los ocho o nueve años, cuando antes los chicos jugaban hasta los 10. Esa merma se compensó con el crecimiento de productos para bebés (de cero a cuatro años), un segmento que registró un importante crecimiento en los últimos tiempos.
Las ventas para el Día del Niño estarán canalizadas en su mayoría a través de las jugueterías (comercios individuales o cadenas comerciales exclusivas. “Una de las particularidades de nuestro mercado es que los locales ‘puros’ siguen siendo el principal canal de venta mientras que en otros países los juguetes se compran más en las llamadas grandes superficies (habitualmente shoppings, supermercados o locales multi-producto)”, reveló la entidad.