El viernes 22 del corriente, el reconocido psiquiatra y psicólogo Juan Luis Linares brindará una conferencia internacional en Córdoba sobre sus desarrollos en el campo de la salud mental – Luz Saint Phat – [email protected]
En el marco de las actividades preparatorias para el II Congreso Internacional de Psicología y el V Congreso Nacional “Ciencia y Profesión” -los cuales se llevarán a cabo en Córdoba durante el mes de octubre- el próximo día 22 disertará sobre terapia familiar el psiquiatra y psicólogo Juan Luis Linares.
La exposición, titulada “La terapia familiar en tiempos actuales: entre el posmodernismo y el ultramodernismo”, se desarrollará en el Auditorio de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), con entrada libre y gratuita.
Linares es psiquiatra graduado en la Universidad de Granada y psicólogo por la Universidad de Barcelona.
También se recibió de doctor en Medicina por la Universidad Autónoma de Barcelona y se desempeña como profesor titular de Psiquiatría en esa misma casa de altos estudios.
Internacionalmente reconocido, el especialista ha realizado a lo largo de su trayectoria aportes de envergadura al desarrollo de la teoría y técnica de la terapia familiar de perspectiva sistémica.
También fue presidente de la Sociedad Catalana de Terapia Familiar (SCTF), de la Federación Española de Asociaciones de Terapia Familiar (FEATF) y de la European Family Therapy Association (EFTA).
En 2012, Linares publicó la primera edición del libro Terapia Familiar Ultramoderna. La Inteligencia Terapéutica.
La publicación propone un modelo sistémico de intervención terapéutica en las familias, en el cual el lugar que ocupa el terapeuta como “experto” es fundamental en la resolución de los conflictos.
La propuesta aborda la complejidad de los tiempos actuales, en el marco del concepto de ultramodernidad, e indaga sobre las vivencias de amor y maltrato psicológico que pueden presentarse en los distintos núcleos familiares.
Mediante el modelo, Linares propone sortear las dicotomías existentes en el campo disciplinario como objetivismo/subjetivismo o individuo/sociedad, entre otros antagonismos.
“La terapia familiar ultramoderna es un invento con voluntad provocadora y no una nueva bandera con pretensiones territoriales. Su mensaje más importante es la necesidad de acabar con el dogmatismo posmoderno, abriendo las ventanas del territorio sistémico a aires frescos y desmitificadores, alimentados a su vez por lo mucho de bueno que hay en la tradición psicoterapéutica”, indica Linares en las primeras páginas de su libro.
Intervención inteligente
Linares desarrolla el concepto de “inteligencia terapéutica” para explicar el lugar que debe asumir el especialista.
Algunos párrafos de la publicación, de 2012 permiten conocer esta conceptualización.
“El terapeuta ultramoderno debe rescatar la mejor tradición sistémica de usarse a sí mismo, asumiendo la necesidad de amar a los pacientes y a las familias, incluyendo a unos maltratadores que deben ser percibidos como víctimas, también ellos, de la terrible cadena del maltrato. El terapeuta ‘siente’ en terapia, y su subjetividad emocional es un legítimo y decisivo recurso terapéutico”, indica el autor del libro. “En cuanto a la inteligencia terapéutica, no se trata de un don divino capaz de producir superdotados o idiotas según los avatares de su caprichosa distribución, sino que es el resultado del desarrollo de sencillos recursos consustanciales a la condición humana”, indica Linares.
“Tradicionalmente, se suele atribuir el éxito de un terapeuta a su capacidad de empatía, es decir, a la facilidad con que pueda detectar las necesidades de sus pacientes mediante un proceso de identificación con ellos. Y existen estudios que avalan la relevancia de los mecanismos empáticos, por encima e independientemente del modelo teórico que se utilice. Pero, aparte del riesgo de relativismo que tal idea implica en la práctica, existe la dificultad añadida de precisar cómo y con quién se ha de producir la empatía en una terapia familiar”, explica el psiquiatra.
Pero -aclara- “no basta con ser simpático o poseer capacidad de seducción, sino que parece razonable considerar necesario el manejo adecuado de una gama amplia y variada de recursos. Los recursos terapéuticos al alcance de cualquier profesional de la psicoterapia pueden relacionarse con tres grandes cualidades, que remiten respectivamente a los territorios cognitivo, pragmático y emocional. Nos referimos a la capacidad literaria, el espíritu práctico y la inteligencia emocional”, especifica Linares en su libro.