Hay empresarios que reconocen que el alto costo para acceder al crédito es una medida
“transitoria y necesaria”. Sin embargo, son conscientes de que las pequeñas firmas quedan al margen del mercado mundial y requieren una mejora en los niveles de interés de las ofertas local.
Empresarios de distintos sectores económicos de Córdoba aseguran que las altas tasas de interés mantenidas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) frenan las decisiones de inversión. Algunos las justifican como medida transitoria; sin embargo, otros remarcan que -extendidas en el tiempo- afectan principalmente a las pymes y no tanto a las grandes empresas, que disponen de la opción de acudir al financiamiento internacional.
De acuerdo con una consulta realizada por Comercio y Justicia al director del Grupo Edisur y también presidente de la Bolsa de Comercio de Córdoba (BCC), Horacio Parga, “la medida afecta negativamente”; no obstante, dijo que “hay que entender que se trata de una medida transitoria a los fines de poder controlar la inflación y el dólar”.
“Basta ver que es una tasa para el corto plazo. La realidad es que -pensando en el mediano o largo plazo- la tasa de interés en dólares ha caído notablemente a partir del arreglo con los holdouts, y ya se avizoran potenciales inversiones de distinto tipo que se irán haciendo realidad en la medida que se constate una baja de la inflación”, agregó Parga.
Por su parte, Carlos César, presidente de Trust Capital, especializada en financiamiento estructurado y banca de inversión, coincide con que una alta tasa de interés frena las decisiones de financiamiento e inversión y, si bien valida este tipo de medidas como estrategia de política monetaria, opina que no son aplicables en nuestro país frente a la retracción de la economía.
“Estas decisiones son acertadas como estrategia de política monetaria, cuando se recalienta la economía y existe riesgo de incremento en los precios de los bienes y servicios. No es el caso de Argentina, donde el BCRA sostiene su tasa de corto plazo a 38% pero en un escenario de fuerte retracción de la economía”, remarcó.
En forma paralela, asegura que -con la salida del default- solamente las grandes empresas recuperan la ventanilla del financiamiento internacional a tasas de un dígito. “Esa opción no es para las pymes, que siguen dependiendo del mercado local, restringido por las altas tasas, y por el escaso interés de los inversores institucionales (bancos, compañías de seguro, fondos comunes de inversión) para financiar a las pymes”, indicó.
El empresario adelantó que, frente a este escenario, las grandes empresas retoman sus planes de inversión, por lo que se estiman emisiones de bonos del sector privado en los mercados internacionales por aproximadamente 7.000 millones de dólares en el segundo semestre. Según adelantó, empresas como Arcor y Tarjeta Naranja estarían entre ellas.
De igual modo, a pesar de que el Gobierno nacional incrementó el tope de 15 millones a 100 millones de dólares para las Obligaciones Negociables pyme, como posibilidades de financiación, las pequeñas y medianas empresas aún “aguardan una mejora en las condiciones de tasa”.