Así lo indicó la legisladora Liliana Montero, luego de realizar un nuevo recorrido por el Hospital Colonia Emilio Vidal Abal, de la localidad de Oliva, y el Hospital Regional José A. Ceballos, de Bell Ville.
En un nuevo recorrido por los hospitales psiquiátricos públicos de la provincia de Córdoba realizado por Liliana Montero, legisladora de Córdoba Podemos, se diagnosticó un estado de deterioro y abandono de las edificaciones que no posibilitan la atención adecuada a los usuarios de servicios de salud mental que allí concurren.
Por esta razón, la legisladora y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) evalúan presentar una acción de amparo que pueda garantizar las mínimas condiciones de seguridad e higiene de los nosocomios.
Así lo informó Montero al publicar un nuevo informe sobre el estado de la salud mental en la provincia, cuyas principales conclusiones fueron difundidas en su propio blog.
“La presentación judicial se realizará en defensa del derecho de las personas alojadas en las dos instituciones visitadas a vivir en condiciones dignas, y en resguardo de su vida y salud. Recordamos que APDH ya acompañó las denuncias realizadas en el año 2013”, señala el texto disponible online.
“Constatamos nuevamente el estado de abandono generalizado y las condiciones inhumanas de vida en dos hospitales psiquiátricos dependientes de la Provincia de Córdoba. Recorrimos el Hospital Colonia Emilio Vidal Abal de la localidad de Oliva y el Hospital Regional José A. Ceballos de Bell Ville”, dice el sitio web.
Detalles
Respecto del panorama general encontrado en esta visita, la publicación refiere que existe “un estado de abandono total de los pacientes, los edificios y los trabajadores; en los parques de los hospitales abundan los yuyos altos, las alimañas, los cables pelados, los pozos y las construcciones abandonadas, todos peligros para los pacientes”.
Montero también detalla que en estos hospitales se registró “falta de personal especializado y patrimonio histórico arruinado”
Además, el informe precisa que “en ambos hospitales, los profesionales de la salud aseguran que escasea o directamente falta medicación psiquiátrica, por lo que se alteraron los tratamientos. Esto desestabiliza a los pacientes y desmejora su calidad de vida. En Bell Ville, incluso, los profesionales aseguran que hubo pacientes que ejercieron violencia por el desequilibrio generado por la baja en la medicación”.
La publicación consultada indica que también es “sorprendente” en estas instituciones la cantidad de mosquitos y hace referencia a la falta de prevención de enfermedades transmitidas por vectores como dengue, chikungunya y zika. Por otro lado, dice el informe que “las humedades y las paredes descascaradas son la constante, como muestra de los años de falta de mantenimiento o de obras mal realizadas”. En tanto, dice la publicación, “los baños son asquerosos. Hay aguas servidas, mugre histórica, olores insoportables”.
Antecedentes
“La situación de estos psiquiátricos es insostenible y las autoridades no pueden argumentar que se trata de una situación por ellas desconocida o en la que no contribuyeron, todo lo contrario: son responsables. Esto es así porque se trata de las mismas autoridades que ocuparon puestos jerárquicos en los últimos años”, dice Montero en su sitio web respecto de la problemática encontrada en los hospitales.
“Además de los trabajadores diversos organismos y funcionarios vienen denunciando desde hace años la situación de los psiquiátricos (como el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Córdoba). Sólo la legisladora Liliana Montero lleva realizadas 20 presentaciones legislativas (como proyectos de ley y pedidos de informes) y tres denuncias penales (una en 2012 y dos en 2013) sobre esta materia”.