Los recursos tributarios propios fueron de $2.163 millones, apenas 20,03% superiores a los del año pasado. En tanto, Ingresos Brutos creció sólo 17,9% y el Inmobiliario mostró una baja interanual del 3,3%. El inicio del año mantiene la tónica con que cerró 2015. La caída en el nivel de actividad fue clave, admiten. La magra performance fue neutralizada por la fuerte mejora en los envíos nacionales, tras el fallo de la Corte por el 15%.
La recaudación tributaria provincial fue en enero pasado de 2.163 millones de pesos, 20,03 por ciento superior a la registrada en el mismo período del año pasado y contrastó con el alza de 68,5 por ciento en los envíos nacionales a Córdoba en el mismo período.
De esta forma, los ingresos tributarios provinciales (propios y coparticipados) se situaron en enero en 6.394,1 millones de pesos, 48,2 por ciento más que un año atrás.
Evidentemente, el saldo es ciertamente positivo en el análisis global aunque deja a la Provincia más expuesta que nunca a la evolución de los ingresos nacionales.
De hecho, la relación “histórica” de 6 a 4 (60 por ciento giros nacionales y 40 por ciento recaudación propia) llegó en enero al extremo de 66,2 a 33,8 por ciento respectivamente.
La performance de los envíos de la Nación a Córdoba fue clave y de hecho lo será para mantener los ingresos corrientes sobre la línea de flotación, llámese la inflación y el gasto corriente, cuya impronta quedará reflejada en la discusión paritaria ya en marcha con los estatales.
La fuerte mejora en los giros nacionales se asentó principalmente en el impacto del fallo de la Corte Suprema de Justicia, que habilitó una cautelar para que la Nación se abstenga de detraer de la masa de coparticipación primaria, 15 por ciento de los recursos que antes iban a la Anses y ahora irán a las arcas de la Provincia.
De hecho, esa masa extra de recursos comenzó a gotear en diciembre y sumó unos 500 millones de pesos extra, que también impactaron en enero.
A esta altura, ya puede decirse que esa resolución de la Corte es el anabólico indispensable para sostener los recursos corrientes.
Sucede que, a diferencia de esos ingresos, los recursos tributarios propios muestran una evolución decididamente pobre, con una baja en términos reales en un contexto inflacionario que, en los tres últimos meses arrojó una suba de 9,9 por ciento, según la denominada inflación Congreso, que ayer volvieron a exponer los bloques opositores (ver pág 2A).
Ya en el cierre de 2015, los ingresos impositivos provinciales comenzaron a desacelerar hasta llegar a diciembre con una suba interanual de sólo 11,4 por ciento y, en el caso de Ingresos Brutos, de apenas 7,5 por ciento.
Con todo, por la fuerte mejora en los primeros meses del año, la recaudación propia cerró el año con un alza de 28,6 por ciento.
Enero flojo
En el primer mes del año se mantuvo la tónica del último trimestre de 2015.
Los ingresos propios crecieron sólo 20,03 por ciento interanual.
En ese marco, Ingresos Brutos, el impuesto de mayor incidencia en la recaudación, aportó 1.801,3 millones de pesos, 17,9 por ciento más que un año atrás. Las explicaciones por esa evolución son diversas.
Por lo pronto, el IVA DGI, espejo a nivel nacional de Ingresos Brutos y termómetro de nivel de actividad, precios y consumo, apenas subió 24,5 por ciento en enero, según datos de la AFIP.
Es evidente que el impacto de la suba de precios de los últimos meses, alza que debió reflejarse en una mayor facturación y por consiguiente en la recaudación del impuesto, quedó neutralizada en parte por la merma en el nivel de actividad.
Aún sin datos del Indec (discontinuó las publicaciones), el nivel de actividad económica sigue sin repuntar y de hecho hay sectores de la industria -tal como el automotor, que tiene particular incidencia en Córdoba- que terminaron el año en baja.
Por lo demás, en el caso de Ingresos Brutos, también talló la elevada base de comparación de enero de 2015 producto del impacto de la designación de nuevos agentes recaudadores y de la suba de la alícuota en determinados casos. Esa política que tuvo impacto durante esos meses, elevó la vara de comparación para cotejar la evolución del tributo en el cierre de 2015 y comienzos de este año.
El panorama por delante no se avizora con mayores cambios.
En principio, no hay indicios de recuperación contundente de la actividad económica, el consumo parece retraído golpeado por la inflación y a la espera de las mejoras salariales de 2016. En tanto, respecto a la industria, la caída de Brasil seguirá impactando en la actividad de las terminales y autopartistas.
El resto de los impuestos
En cuanto a los demás tributos, el Inmobiliario recaudó en enero 86,5 millones de pesos, 3,3 por ciento menos que un año atrás; Sellos sumó 235,3 millones de pesos, 51,6 por ciento más y Automotor ingresó 39,8 millones de pesos, 33,3 por ciento por encima de 2015. La caída de la recaudación del Inmobiliario debe ponerse en contexto. Aunque preocupante, enero es un mes ciertamente atípico y deberá esperarse febrero con el pago de la cuota única para saber cómo puede evolucionar.
En tanto, Sellos también tiene sus particularidades, más allá que en cierta medida tenga vinculación con el nivel de actividad.