Los incrementos acumulados en los alimentos durante 2015 oscilan entre 27% y 31%, en todos los casos impulsados por los aumentos de los dos últimos meses del año. El pollo y la carne vacuna, entre los que dieron el mayor salto.
Las subas de precios que se registraron, en su mayoría, previo a la asunción del presidente Mauricio Macri, y en función de las expectativas de la devaluación que finalmente ocurrieron, aceleraron la inflación, que en meses previos había mostrado una tendencia a la baja. Esto hizo que se cerrara el año con cifras que oscilan entre 27% y 31%, según diferentes mediciones que se realizan en la provincia de Córdoba.
En efecto, conforme la Defensoría del Pueblo de la Provincia, el Centro de Almaceneros, el Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) y el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA), en sus respectivas mediciones, los incrementos de diciembre fueron los más elevados del año.
Así, para la Defensoría del Pueblo, que considera sólo las ofertas de cada producto, la suba del mes de diciembre fue de 8,4% respecto del mes anterior, lo que aceleró el desempeño anual y lo ubicó en 26,7%, en relación con 2014.
Por su parte, según los datos preliminares que aportó a Comercio y Justicia Héctor Morcillo, secretario General del STIA, la canasta que éste monitorea reflejó en diciembre una suba de 3,9% respecto del mes anterior, ubicando el incremento acumulado en una cifra cercana a 27%. “Es alarmante el aumento de precios de noviembre y diciembre porque revierte una tendencia que se venía registrando en el año, de desaceleración en la inflación”, reflexionó.
En tanto, para el Centro de Almaceneros el incremento de diciembre fue de 6,7%, lo que llevó el anual acumulado a 31,8%, el mayor de entre las cuatro mediciones . Ya en noviembre y al analizar la espiral de aumentos, el gerente de los Almaceneros, Germán Romero, había indicado: “El año avanzaba para cerrar en torno a 25% después de más de 32% del año pasado, pero ahora parece que rozará 30%”. Se quedó corto. El valor final quedó algo más arriba: 31,8%.
Finalmente, la Canasta Nutricional que releva el Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) mostró el salto más grande en diciembre, con 8,8% de aumento respecto de noviembre y una inflación anual de 31,7% en relación con el año anterior.
Culpa de la carne
Para la Defensoría del Pueblo, el rubro Carnes tuvo un incremento global de 19,4%, aunque “el precio individual de algunos cortes superó ampliamente 20% de aumento”.
Para los almaceneros, en tanto, entre las causales de los “desmedidos aumentos” se debe citar “primero el injustificable aumento de 4,5% sobre los combustibles aplicados por YPF en las primeras horas del lunes 23 de noviembre, lo que además de generar el inmediato contagio impactó directamente sobre la logística de distribución de múltiples rubros, en particular de aquellos que requieren una distribución contínua, como los alimentos. Desde allí, entre el absoluto desinterés en materia de precios de parte del gobierno saliente y del gobierno entrante, se creó un caldo de cultivo propicio para que la voracidad especulativa de numerosas empresas se volcara rígidamente sobre los precios en general, elevando por encima de 25% a 30 % muchos de los productos con alta incidencia en la Canasta Básica, tales como carne vacuna, pollo, harinas y derivados”.
Según la Defensoría, el pollo aumentó 27,5% en diciembre (respecto de noviembre), la molida 23,8%, la paleta 21,5%, el asado 20,1%, la falda 19,8%, la nalga 18,6%, el cuadril 16,1% y la carnaza 16%.
“Si bien el pollo fue el producto que mayor aumento registró en diciembre, sigue siendo el corte más elegido por los cordobeses a la hora de reemplazar el consumo de carne a causa de su precio. En diciembre el kilo tuvo un precio promedio de 32,71 pesos, mientras que el corte más económico de carne vacuna (falda) rondó 76,95 pesos, es decir 57,5% más caro”, explicaron en un comunicado.
También aumentaron Frutas y verduras 2,2%; Huevos y lácteos, 1,4% y Harinas y legumbres, 0,86%.
Críticas a la industria
“Está claro que este sector está teniendo una ganancia impresionante a costa de la población”. Así definió Héctor Morcillo, dirigente del STIA, la reticencia de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) a retrotraer los precios a noviembre. En tal sentido, Morcillo señaló que los aumentos “se deben a pura especulación, ya que no ha habido afección en las cadenas de valor”. Argumentó que los últimos aumentos salariales fueron dados en mayo, admitiendo que sólo “hubo algunas subas” en insumos importados, “pero que tienen una incidencia ínfima en el proceso industrial”.